
El presidente Donald Trump advirtió este sábado a Tailandia y Camboya que no tendrán acuerdos comerciales con Estados Unidos si ambos países no detienen su disputa fronteriza, que se intensificó dramáticamente este jueves dejando más de 30 muertos y más de 168 000 personas desplazadas.
Con varias publicaciones en su red social Truth Social, el presidente estadounidense les instó a “poner fin a la guerra”, afirmando que no querrá hacer ningún trato comercial si esto no sucede, puesto a que sería “inapropiado”.
Además, aseguró que en llamadas telefónicas que tuvo con los líderes de ambos países, estos expresaron que “buscan un alto al fuego y la paz inmediatos”, recoge Politico.
Mortal disputa fronteriza: ¿Qué está pasando?
La prolongada disputa fronteriza entre Tailandia y Camboya se intensificó dramáticamente este jueves. Los militares de ambos países intercambiaron disparos de armas ligeras, artillería y cohetes, mientras los tailandeses también lanzaron ataques aéreos.
Bangkok y Nom Pen se culpan mutuamente del inicio de las hostilidades, alegando que la otra parte estaba atacando a sus civiles.
La primer confrontación se produjo en la madrugada de este jueves en una zona cercana al antiguo templo de Ta Moan Thom, ubicado en la frontera entre la provincia tailandesa de Surin y la camboyana de Oddar Mean Chey. El Ejército tailandés y el Ministerio de Defensa de Camboya acusaron a la otra parte de desplegar drones antes de avanzar hacia las posiciones enemigas y abrir fuego, recoge AP.
Posteriormente, ambos países utilizaron armamento más pesado, como artillería, lo que causó mayores daños y víctimas. Tailandia afirmó que respondió con ataques aéreos a los cohetes lanzados por el país vecino. La Fuerza Aérea tailandesa detalló que desplegó cazas F-16 en dos bombardeos que describió como “un acto de defensa propia”.
Los combates tuvieron lugar en al menos seis áreas, según comunicó el Ministerio de Defensa de Tailandia.
El Ministerio de Exteriores tailandés declaró que Bangkok está dispuesto a intensificar sus “medidas de autodefensa” si Nom Pen “persiste en su agresión armada y en las violaciones de la soberanía de Tailandia”.
A su vez, desde el Ministerio de Defensa de Camboya comunicaron que desplegaron a sus Fuerzas Armadas porque “no tienen más remedio que defender su territorio contra las amenazas tailandesas”, insistiendo en que los “ataques camboyanos se centran en sitios militares, no en ningún otro lugar”.
Además, indicaron que aviones tailandeses lanzaron bombas sobre una carretera cercana al antiguo templo de Preah Vihear –declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco–, que ha sido escenario de conflictos entre los dos países en el pasado.
Mientras, el primer ministro camboyano, Hun Manet, solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU una reunión urgente “para detener la agresión de Tailandia”.
Desde el Ministerio de Salud Pública de Tailandia comunicaron la muerte de varios civiles, entre ellos niños, mientras que otros efectivos y civiles resultaron heridos. Los combates afectaron a cuatro provincias del país y se ordenó la evacuación de la población a una distancia mínima de 50 kilómetros de la frontera, señaló el primer ministro interino, Phumtham Wechayachai.
Por su parte, Camboya no ha proporcionado detalles sobre las víctimas mortales o heridos en su lado de la frontera. Al mismo tiempo, cientos de aldeanos camboyanos se trasladaron desde sus hogares cercanos a la frontera a unos 30 kilómetros al interior de la provincia de Oddar Mean Chey.
Revuelo diplomático

Las relaciones entre las dos naciones se deterioraron gravemente antes de que comenzaran los enfrentamientos armados. Este miércoles, Tailandia retiró a su embajador en Camboya y expulsó al enviado camboyano en protesta por la explosión de una mina que hirió recientemente a cinco de sus soldados.
Las autoridades tailandesas afirman que las minas fueron colocadas en una zona disputada, a lo largo de caminos que ambas partes habían acordado que eran seguros.
Nom Pen rechazó la versión de su vecino como “acusaciones infundadas”, señalando que muchas minas sin detonar y otros artefactos explosivos son un legado de las guerras y los disturbios del siglo XX. También rebajó el nivel de sus relaciones diplomáticas y retiró este jueves a todo el personal camboyano de su Embajada en Bangkok.
Varios países expresaron su preocupación por la escalada de la violencia.
Desde Moscú pidieron a ambos países “actuar con moderación y entablar el diálogo” para evitar mediante medios pacíficos un agravamiento del conflicto.
La vocera de la Cancillería rusa, María Zajárova, destacó que muchas de las disputas territoriales existentes en el mundo son “herencia de la política colonial del Occidente”. Añadió que, en el contexto de “la degradación general de la situación en la región Asia-Pacífico”, es imprescindible buscar soluciones a los conflictos existentes “en el espíritu de unidad y solidaridad”.
China también expresó su profunda preocupación y esperanza de que “ambas partes aborden adecuadamente las cuestiones mediante el diálogo y la consulta”.
“La buena vecindad y la resolución adecuada de las diferencias redundan en beneficio de los intereses fundamentales y a largo plazo de ambas partes”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Guo Jiakun.
Mientras, Japón instó tanto a Bangkok como a Nom Pen a actuar con moderación y entablar un diálogo para alcanzar una solución pacífica.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también llamó a ambas partes a “ejercer la máxima moderación y abordar cualquier problema mediante el diálogo”, según señaló el portavoz adjunto de la organización, Farhan Haq.
Disputas fronterizas de larga data
Los dos vecinos del sudeste asiático han tenido disputas fronterizas durante largo tiempo, que se recrudecen periódicamente a lo largo de sus 800 kilómetros de frontera y suelen dar lugar a breves enfrentamientos, en los que rara vez se utilizan armas.
Sus orígenes reflejan tensiones heredadas de la época colonial, rivalidades nacionalistas y la lucha por la influencia regional, mientras que sus profundas raíces históricas y culturales están centradas en la disputa por el templo de Preah Vihear y las zonas fronterizas circundantes.
La anterior confrontación armada se produjo en 2011, cuando tropas tailandesas y camboyanas se enfrentaron en una zona cercana a Preah Vihear, lugar sagrado para ambos pueblos: Camboya lo considera parte central de su identidad nacional, mientras en Tailandia es visto como parte de su patrimonio cultural. Los combates provocaron el desplazamiento de miles de civiles de ambos bandos y la muerte de al menos veinte personas.
Recientemente, en mayo de este año, las relaciones entre las dos naciones se deterioraron considerablemente luego de que un enfrentamiento causara la muerte de un soldado camboyano.
(Con información de RT en Español)
En video, reporte de RT
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