Hombres de “metal” y altura (+Fotos y video)

–Y estarán ahí los integrantes de la brigada, te pregunto porque es primero de julio, Día de los Trabajadores del Petróleo, y de seguro estarán de fiesta, le comento a Mayté Cruz Carbonel, especialista en inversiones de la Unidad Empresarial de Base (UEB) División Territorial de Comercialización de Combustibles (Cupet) en la Isla de la Juventud.

Mayté manifiesta que la terminación de los tanques les posibilitará acometer los mantenimientos de otros depósitos de combustibles/ Foto: Gerardo Mayet Cruz

“Muchacha, claro, vamos para que vean, ellos no pierden ni un minuto, son muy consagrados”.

Caminamos hacia la obra, pero primero, como medida de protección, tuvimos que ponernos unos cascos. Ahí estaban ellos, en plena faena. Uno guiaba la grúa, otros permanecían encaramados en los andamios o dentro del tanque, ese que ya va por el tercer rolo y dan puntos de soldadura para juntar bien esas láminas metálicas.

“Enciende la planta”. Escucho, pero de repente, oímos la misma voz: “No, apaga, apaga, que los periodistas van a entrar”. Con dudas y temores traspasamos un orificio y nos vimos dentro del tanque, ese que se agiganta ante nuestras inquietas miradas, tendrá una altura de doce metros.

En el interior abundan los andamios, cables, varillas de soldar, hierros…pero también un ambiente laboral que facilita el progreso de las faenas. Cuando pregunto por el responsable de la tropa, las miradas se voltean hacia Luis Monte, un hombre alto, que en un primer momento se rehúsa porque más que hablar, prefiere la acción, o sea, el trabajo.

No obstante, el jefe de esta brigada perteneciente a la Empresa de Mantenimiento del Petróleo (Empet), explicó: “Acá andamos en la construcción de dos tanques para el almacenamiento de combustible.

“Las jornadas son de diez horas. Es complicado y riesgoso el trabajo, casi siempre es al sol, encaramado en las alturas, dando mandarria, soldando, tapando grietas porque no puede tener ni un salidero, pero ya tenemos experiencia, hemos estado en Matanzas y otras provincias del país, son muchos años; sin embargo, cualquier precaución es poca.

“Somos diez en la brigada, hacemos de todo, lo mismo el de la grúa se pone a dar mandarria como el chofer hace cualquier otra cosa; somos un grupo bastante acoplado.

“¿Qué si vamos a terminar en tiempo?, es lo que queremos. Hasta el momento tenemos adelanto a nuestro favor; sin embargo, nos limita la entrada de los materiales, muchos de los cuales vienen de La Habana y ya saben los problemas con la transportación acá y el otro factor es el clima, veremos cómo se comporta.

“Por estos días hemos tenido lluvia y así no se puede avanzar. Antes de salir de pase, lo hacemos cada 24 días, queremos dejar ya colocado el cuarto rolo, para luego preparar la vertical y la horizontal”.

Acerca de lo difícil que resulta el montaje de los rolos, comenta Luis, el jefe de brigada / Foto: Gerardo Mayet Cruz

Como me ven con cara de que poco entendí, Luis manifiesta que las labores de soldaduras son vitales en el recipiente, fabricado desde la base, por lo general, con un fondo de metal de varias planchas y luego el difícil montaje de cada uno de los rolos, complicado a veces por el grueso del metal, exigente en cada punto de unión; a ello se suman los estragos del Astro Rey.

Mientras fluyen las explicaciones el joven de 30 años Leonis Garrido Almenares, uno de los soldadores, no se queda quieto: “Hace falta que pongas ahí, periodista, que aunque estamos lejos de la familia, nos sentimos muy bien, sobre todo por el trato y atención brindados.

El joven Leonis resalta que la atención suple un poco la lejanía de la familia/ Foto: Gerardo Mayet Cruz

“Eso nos motiva e impulsa a trabajar en la terminación de los tanques, los cuales van a ser un alivio bien grande para la empresa porque tendrán mayor capacidad de almacenaje. Bueno, aquí estamos, cuenten con nosotros, candela, yo hablo así…”.

El depósito se colmó de risas con las ocurrencias de este joven, quien comenzó como ayudante y con el tiempo logró la calificación como soldador A. Salimos y afuera Mayté me enseña la base del segundo tanque, que yace en el suelo.

IMPORTANTE INVERSIÓN

Esta es, sin duda alguna, una de las más importantes inversiones que acomete en estos momentos Cupet en el territorio. Estuvo paralizado unos cuantos años y se retoma ahora; primero demolieron las bases por desperfectos técnicos, se construyeron de nuevo y ahora se encuentra en el montaje mecánico.

Para abundar más al respecto, Mayté, expresó: “Son dos tanques, el 11 y el 12, cada uno con un diámetro por el interior de 7,645 metros y el exterior de 7,765 metros; además tendrán una capacidad para 300 metros cúbicos, que representan 300 000 litros.

“Son de gran importancia debido a la necesidad de almacenamiento del combustible diésel y la premura para que la ejecución concluya lo antes posible responde a la urgencia de darles mantenimiento a otros depósitos, los cuales tienen un significativo deterioro.

“Hoy todos los tanques con los que operamos son un verdadero peligro para los operarios, sobre todo cuando tienen que llegar hasta el techo de estos, pues prima la corrosión y las escaleras no tienen la seguridad que llevan; de ahí la construcción de depósitos nuevos para salvar los existentes.

“Los ejecutores son muy responsables y laboriosos, no llevan ni un mes con nosotros y ya tenemos el tercer rolo del tanque 11, al concluir la semana debe quedar colocado el cuarto y deben dejar puntuado el techo; tenemos más de 14 días ganados al cronograma de ejecución.

“Queremos aprovecharlos al máximo, posiblemente no los dejemos ir ni en diciembre, cuando deben entregar la obra completa, ya con la parte hidráulica y el sistema contra incendio instalado; por eso cuando tengan interrupciones la vamos a encadenar con algunos mantenimientos que requiere la terminal 720, que en estos momentos está casi inoperable debido a la corrosión.

A pesar de los riesgos la obra avanza/ Foto: Gerardo Mayet Cruz

“Esperamos que, en esta semana, entre un técnico de la Empet de Occidente, el cual va a proyectar todas las labores, dentro de las cuales sobresalen la reparación del tanque 29 y mejorar las condiciones de la planta de GLP, entre otras acciones; yo les pienso sacar el máximo”.

Luis, quien no se quita su casco, tiene la capacidad de centrarse en su trabajo y de estar pendiente de que todo se haga según lo establecido; a pesar de las adversas condiciones de trabajo no pierde de vista cómo los soldadores logran el ensamblaje definitivo.

Nos alejamos del lugar y todavía se escuchaba el repicar de los martillos. Allá quedaban esos hombres–diría esta periodista, de “metal” y altura–, encima de la grúa o soldando encaramados en los andamios, sin perder las fuerzas para entregarle a Cupet Isla los dos tanques previstos; por eso cada jornada es un desafío, un compromiso.

Foto: Gerardo Mayet Cruz
Foto: Gerardo Mayet Cruz
Foto: Gerardo Mayet Cruz
Foto: Gerardo Mayet Cruz

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Isla de la Juventud
Karelia Álvarez Rosell
Karelia Álvarez Rosell

Licenciada en Defectología en la Universidad Carlos Manuel de Céspedes, Isla de la Juventud. Diplomada en Periodismo con más de 30 años en la profesión.

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