Carmen Cadena: Guardiana de la historia martiana en suelo pinero

Linet Gordillo Guillama I Foto de la autora

La investigación de la historia local en Isla de la Juventud no estaría completa sin el invaluable aporte de Carmen Cadena Mencia, quien ha dedicado más de cuatro décadas al estudio de este territorio, desde sus primeros registros hasta la actualidad.

En particular, su trabajo se centra en uno de los episodios más significativos: la estancia de José Martí en Isla de Pinos, desde el 13 de octubre hasta el 18 de diciembre de 1870.

“Este es un hito fundamental en la historia pinera”, aseguró Carmen en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias.

Expuso que no se puede narrar la rica historia del lugar sin considerar esa breve pero trascendental etapa.

La presencia de Martí aquí lo hizo más cercano, más nuestro, más entrañable. Este sentimiento ha perdurado a lo largo de generaciones, transmitido de padres a hijos y reforzado en las escuelas, lo que ha mantenido viva su memoria en la conciencia colectiva local. No se trata de una leyenda; es historia viva, significó.

Durante su estancia en la Finca El Abra, donde fue acogido por la familia Sardá-Valdés mientras se alistaban sus documentos para ser deportado a España el 15 de enero de 1871, Martí logró recuperar parte de su salud, debilitada por los trabajos forzados en las canteras de San Lázaro, explicó.

Reveló que su activismo separatista no se detuvo. Está documentado que José Martí participó en reuniones clandestinas con otros confinados políticos en Isla de Pinos y que actuó como lector de periódicos clandestinos, manteniendo a sus compañeros informados sobre los acontecimientos en Cuba y el desarrollo de la guerra que había estallado en Oriente en 1868.

Además, forjó vínculos con un grupo de deportados, muchos de los cuales había conocido durante sus seis meses de presidio político, subrayó.

Destacó que muchos investigadores coinciden en que la renuncia del capitán general Fernández Caballero de Rodas probablemente aceleró la deportación de Martí a la metrópoli. Este hecho fue trascendental, porque, por lo regular, había un lapso de un año entre la conmutación de la pena y la deportación.

Si el proceso hubiera seguido su curso habitual, es muy probable que la biografía de José Martí contara con capítulos vinculados a Isla de Pinos, y que la historia libertaria del lugar hubiera incluido épicos pasajes marcados por la impronta del Apóstol de nuestras gestas libertarias, dijo.

La labor de Carmen Cadena Mencia no solo preserva la memoria histórica de José Martí en Isla de la Juventud, también invita a las nuevas generaciones a comprender y valorar el legado del Héroe Nacional, y asimismo asegura que su huella perdure en el tiempo.

(Con información de la ACN)

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