India y Pakistán en peligrosa escalada militar tras atentado en Cachemira

Un residente inspecciona los daños en su vivienda tras los bombardeos procedentes de Pakistán en la aldea de Gingal, sector de Cachemira bajo administración india, este 9 de mayo. Foto: AP

Las tensiones entre India y Pakistán se han intensificado en los últimos días, con un preocupante intercambio de ataques militares que amenaza con desencadenar un conflicto abierto entre estas dos potencias nucleares. La crisis actual se originó tras el atentado terrorista ocurrido el 22 de abril en Pahalgam, en la parte de Cachemira administrada por India, que dejó 26 muertos y que las autoridades indias han vinculado con grupos con base en Pakistán.

En respuesta al ataque, India inició la denominada “Operación Sindoor” contra lo que describió como “infraestructura terrorista” en territorio pakistaní. Durante la noche del viernes, se reportaron múltiples explosiones en la región india de Cachemira y en la ciudad de Amritsar. El ejército indio confirmó haber derribado drones lanzados desde Pakistán contra 26 ubicaciones en el oeste y noroeste del país, desde Cachemira hasta las costas del mar Arábigo.

Diez explosiones se escucharon cerca del aeropuerto de Srinagar, capital de Jammu y Cachemira, con reportes de explosiones adicionales en otras partes de esta región en disputa. La Fuerza Aérea india, según declaraciones del oficial Vyomika Singh, respondió con ataques de drones que destruyeron un sistema de defensa aérea pakistaní.

La escalada incluye un importante componente naval, con India desplegando buques de guerra equipados con misiles de crucero supersónicos hacia el mar Arábigo. Una fuente de defensa india confirmó que la flota occidental ha sido movilizada al norte del mar Arábigo, colocándola dentro del alcance de ataque a Karachi, el puerto más importante de Pakistán.

En la madrugada del sábado, Pakistán reportó ataques contra tres de sus bases aéreas: Nur Khan (cerca de Islamabad), Rafiqui y Murid en Punyab. El teniente general Ahmed Sharif Chaudhry, director general de Relaciones Públicas de las Fuerzas Armadas de Pakistán, acusó a India de disparar seis misiles balísticos desde Adampur, incluyendo uno que habría impactado su propio territorio.

“Es un hecho impactante y una provocación de primer orden”, declaró Sharif Chaudhry, advirtiendo que “Pakistán responderá a su debido tiempo”. El ministro de Defensa pakistaní, Khawaja Asif, fue más allá al afirmar que “no debe haber ninguna duda de que la guerra está a nuestras puertas”, señalando que las opciones de desescalada parecen mínimas.

Fuentes pakistaníes describieron el combate aéreo del 7 de mayo como uno de “los más grandes y largos en la historia reciente de la aviación”, con 125 cazas involucrados en una batalla que duró más de una hora. Según estas fuentes, cinco aviones indios (tres Rafale, un MiG-29 y un SU-30) fueron derribados, aunque ninguna aeronave cruzó la frontera durante el enfrentamiento.

Pakistán ha asegurado que sus Fuerzas Armadas están “plenamente preparadas para defender la patria”, mientras India mantiene el cierre de 32 aeropuertos en sus regiones norte y oeste hasta el 15 de mayo. Esta medida sigue a la decisión mutua de ambos países de cerrar sus espacios aéreos a las aerolíneas del otro, implementada inicialmente por Pakistán el 24 de abril.

La comunidad internacional observa con creciente preocupación esta peligrosa escalada entre dos potencias nucleares, en lo que representa la crisis más grave en sus relaciones desde 2019. Los esfuerzos diplomáticos para mediar en el conflicto se intensifican, mientras analistas advierten sobre el potencial de una escalada rápida e impredecible dada la naturaleza de las tensiones históricas entre ambos países.

(Con información de Russia Today)

 

 

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