Amanece y la mañana se tornó gris en la Isla de la Juventud. El cielo cada vez se arropó con disímiles tonalidades de ese color que desata la lluvia, pero miles de pineros no quedaron en casa, salieron hasta los puntos de concentración para ser partícipes y colorear la fiesta proletaria en el Día Internacional de los Trabajadores.

Hubo quienes fueron hasta con capas y sombrillas. Padres llevaron a sus críos sobre sus hombros porque aunque a algunos les cueste creer o les duela, los pineros y cubanos tienen un compromiso con su Patria, esa cada vez más bloqueada, agraviada y agredida para hacerla rendir y anular cuanto ha hecho por su gente.
Encabezaron la presidencia de la marcha Julio García Rodríguez, miembro del Comité Central del Partido y jefe de la oficina de atención a los órganos del sistema del Poder Popular y el general de división Omar Acosta Gregori, miembro del Comité Central y presidente del Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo.

De igual forma se encontraron presentes Rafael Ernesto Licea Mojena, primer secretario del Partido aquí; Yuladis García Segura, presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular; Adiel Morena Macías, Intendente; Katia Labrada Vidal, secretaria general del Sindicato Nacional de los Trabajadores del Transporte y Puerto y Yusmary Olivera Pupo, secretaria general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en el territorio; entre otros.

Esta vez la tribuna ocupó la explanada ubicada detrás del hotel La Cubana. Allí se armó con todas las de la ley. Desde este escenario Olivera Pupo destacó las disimiles motivaciones para estar presentes en el desfile como también los compromisos de los afiliados a esta organización de masa para, a pesar de las dificultades, impulsar la economía y generar mayores satisfacciones para los pobladores.
El colorido desfile, concebido por bloques en representación de los sindicatos existentes en la localidad, lo encabezaron los trabajadores de las comunicaciones por sus loables resultados económicos y sindicales.
Y a pesar de las nubes grises y el chin chin de la lluvia los trabajadores enarbolaron carteles y banderas; fueron hasta allí con el ritmo del tambor y gritando: Por Cuba, juntos creamos porque no olvidan que son el motor impulsor del país y que cuando se unen se convierten en esa fuerza indetenible capaz de construir, transformar, desarrollar, amar.



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