
Un empresario belga sancionado por la Unión Europea fue la persona que pagó los gastos de la fiesta que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, organizó en Madrid durante una visita oficial a España. Después de que este periódico desvelara que el evento fue sufragado por un tercero y que el Ministerio de Exteriores llamó la atención al país andino por usar coches oficiales para la fiesta, la Cancillería del país andino lo negó y tachó de «falsa» la información. El Debate publica hoy en exclusiva la transferencia bancaria que desmonta el comunicado oficial y la identidad de las dos personas que el presidente utilizó como tapadera para no dejar rastro de la operación.
Noboa organizó una cena en el restaurante de comida japonesa Ikigai de la capital durante la noche del 24 al 25 de enero del año pasado junto a un grupo de comensales que le escuchó gritar en varias ocasiones: «¡Llévenme de farra!». El coste de la cena, que después derivó en una fiesta, fue pagado con un sobre del presidente que contenía 15.000 euros en billetes. El circuito del dinero fue el siguiente: Noboa pidió el dinero a Verónica Peña —entonces Ministra Encargada de Negocios, alto cargo de la Embajada en España— alegando que se había olvidado su cartera en Ecuador. Seguidamente, Peña acudió a la sucursal de un banco de Madrid y retiró el montante en efectivo de una de sus cuentas. La cronología de los hechos continuó el 26 de enero.
Ese día, la empresa belga León Van Parys, cuyo dueño es el empresario belga León Van Parys, según fuentes próximas a su entorno, hizo una transferencia de 15.000 euros desde Belfius Bank a una cuenta bancaria española propiedad de Peña que figura en la declaración patrimonial que la Contraloría envió a la Asamblea Nacional de Ecuador cuando este organismo se interesó por la investigación de El Debate. Tal y como explica el entorno empresarial de Van Parys a este periódico, el envío del dinero se hizo bajo el concepto Advance (adelanto en inglés). El 30 de enero Peña movió los 15.000 euros a otra cuenta bancaria de su propiedad que también figura en su declaración de bienes.
En este caso, el concepto de ese movimiento fue Devolución DNA. Las siglas que la diplomática escribió junto a la palabra «devolución» coinciden con las iniciales del presidente ecuatoriano, cuyo nombre completo es Daniel Noboa Azín. Después de que este periódico publicara hace un año el papel de la diplomática para tapar la fiesta, Peña fue cesada de su puesto y colocada como directora de Ceremonial y Protocolo del Ministerio de Exteriores de Ecuador, donde continúa a día de hoy. Fuentes diplomáticas explican que se sintió «presionada y utilizada» para intermediar entre el empresario y el presidente, según reconoció en ese momento a varios compañeros.
Los datos que hoy publica El Debate desmontan la versión que la Cancillería ecuatoriana ofreció en un comunicado oficial cuando este periódico reveló el coste de la fiesta de Noboa y la queja de Exteriores por aprovecharse de vehículos del Estado hasta altas horas de la madrugada. El comunicado afirmó que se trataba de una «información falsa» que carecía de veracidad y que buscaba «dañar la buena imagen del Gobierno Nacional». Pero ahora, tras hacer público el esquema que Noboa usó para pagar el evento, se desvanece por completo.
La firma León Van Parys pertenece a una familia belga que trabaja en el mercado de la exportación de frutas. Desde hace varios años es uno de los socios comerciales principales de Noboa Trading, la matriz de los negocios de la familia del presidente. Esta compañía fue sancionada en 2011 por la Comisión Europea por realizar un pacto ilegal de precios en los productos que comercializa. Para Bruselas este hecho constituyó una violación del Derecho Comunitario. En paralelo, esta empresa, según la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude, fue interceptada hace varios años usando certificados de importación de plátanos que estaban falsificados.
Pero no es la única polémica que rodea a esta compañía. En agosto de 2022, las autoridades aduaneras belgas incautaron casi dos toneladas de cocaína entre plátanos provenientes de Ecuador. El cargamento estaba vinculado a importadores en Amberes entre los que se encontraba Van Parys. Si bien el socio comercial de Noboa alegó que tuvo nada que ver con la droga, valorada en cientos de millones de euros, pocos días después un grupo de sicarios perpetró un atentado contra las oficinas de la compañía en la ciudad portuaria con una bomba.
El envío de 15.000 euros para costear la fiesta de Noboa, según varios juristas de reconocido prestigio consultados por El Debate, podría ser constitutivo de delitos fiscales, cohecho y otros tipos penales del ámbito de la corrupción en los códigos penales de España, Bélgica y Ecuador. Noboa, al ser jefe de Estado, goza de inmunidad ante los tribunales españoles y belgas, aunque no en su jurisdicción, en Ecuador, donde sí se podrían investigar los hechos. Por su parte, el empresario que financió la fiesta no cuenta con ningún tipo de inmunidad y podría ser investigado en cualquiera de los tres países por haber llevado a cabo la transferencia de ese dinero al presidente a través de la diplomática.
La confirmación de Exteriores
Seis días antes de que El Debate publicara que el ministerio que dirige José Manuel Albares llamara a la Embajada de Ecuador para quejarse del uso de los coches oficiales para irse de fiesta, este periódico contactó con uno de sus asesores para confirmar que esa llamada se llevó a cabo a través de María Sebastián de Erice, que ostentaba en ese momento el cargo de Introductora de Embajadores. Es decir, el nexo con los mandatarios extranjeros que visitan España y su delegación diplomática, que trasladó la molestia a la entonces Ministra Encargada de Negocios. El asesor de Albares respondió que tenía que preguntar y minutos más tarde confirmó que, en efecto, la información era cierta.
Sin embargo, tras publicarse, ese mismo miembro del equipo del ministro desmintió la noticia a la prensa ecuatoriana. El cambio de versión obligó a este periódico a hacer públicos los términos en los que confirmó la fiesta y la queja por el uso de los vehículos para irse de ocio. Las palabras que, según la versión que dio a El Debate, Erice pronunció en la llamada a la Embajada de Ecuador fueron estas: «Que no hagan un abuso de los coches, que si van a una cena y después se van de copas que no se pueden ir de copas en coches oficiales».
El asesor, que en su llamada con El Debate calificó el episodio de «abuso», también declaró: «La llamada, evidentemente, yo te confirmo que se produjo». Por último, intentó quitarle importancia al episodio explicando que este tipo de comportamientos suelen ser habituales en algunos jefes de Estado. Concluyó su conversación indicando que intentan hacer ver a los mandatarios extranjeros que «el parque móvil del Estado no está para estas cosas». En cambio, a los periodistas ecuatorianos que les dijo sorpresivamente que «no hubo ninguna queja formal» y que «si los hechos sucedieron no tenemos por qué saberlo».
A pesar de la confirmación de este asesor de Albares, la Cancillería de Ecuador remitió un oficio a la Asamblea Nacional el 15 de mayo de 2024 donde aseguró a los asambleístas que habían solicitado información sobre este episodio en el que la Cancillería del país andino afirmó que tras «la conversación que mantuve con el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, se desmintió también la información». Por ello, el Ejecutivo de Noboa concluía que «al considerar que la publicación fue desmentida, no cabe ninguna investigación por parte del Gobierno ecuatoriano o acciones ulteriores». Con la trazabilidad bancaria que ahora publica El Debate, el relato oficial del Palacio de Carondelet queda desmontado. La fiesta de Madrid fue real, se pagó con fondos de un empresario sancionado y se encubrió con una operación opaca involucrando a una diplomática. Ahora, el caso vuelve a estar sobre la mesa de las autoridades ecuatorianas.
(Tomado de El Debate)
Otros artículos del autor:
- Macron y Putin rompen el hielo y dialogan sobre Ucrania tras años de distanciamiento
- Rusia se retira de acuerdo nuclear con Suecia y corta cooperación bilateral
- Lavrov y Wang Yi se reúnen en Pekín
- Comunidad internacional recibe con alivio y cautela alto el fuego entre Irán e Israel, caen los precios del petróleo
- Fortalecen Cuba y Vietnam lazos de solidaridad