“Yo formo parte del 70 por ciento de la población nacida y crecida bajo el genocidio impuesto por el Gobierno de EE.UU. contra Cuba, que ha sufrido ese cerco, pero me siento orgullosa de ser de los cubanos que hemos resistido con firmeza ese cruel bloqueo”, expresó emocionada la joven profesora universitaria Ana Isabel Torres en el inicio de los Barrios debates antiimperialistas y por el deber patrio en la Isla de la Juventud en la noche de este miércoles.

En el encuentro con los cederistas de la zona 20 y demás estructuras de base de los Comités de Defensa de la Revolución en la barriada de Construcción Industrial en Nueva Gerona, ella fue una de las panelistas que argumentó acerca de los daños de esa política de asfixia económica, comercial y financiera contra todo un pueblo durante más de 60 años y que lo convierte en el cerco más largo de la Historia, a la vez que despiadado.
Los perjuicios –confesó- van más allá de las cifras millonarias que contabilizan las estadísticas, porque realmente cuestan vidas, representan muertes, privaciones enormes, separación de familias, enfermos que no pueden curar en ocasiones sus dolencias a pesar de los esfuerzos de nuestra Salud Pública, entre otros sufrimientos que marcan a uno para siempre, pero que no se pueden olvidar y nos hacen más fuertes, como afirmaron otros.
Denunció que el cerco recrudecido cada año afecta de manera brutal a todos los sectores, pero de manera más directa a las familias y a sus niños, pero lo calificó como “un fracaso rotundo del imperio”, cuyo “odio se estrella contra la resistencia de los cubanos, quienes cada día buscamos alternativas, burlamos el asedio estadounidense en todos los frentes y continuamos la vida en medio de prohibiciones cada vez mayores, absurdas e inútiles”.

La también líder del barrio de La Caoba dijo que ese entramado de leyes violatorias del derecho internacional no solo daña a nuestra nación, sino también a otras, que no dejan de condenar esa injusticia y solidarizarse con la lucha de los cubanos cual eterno Baraguá, que “revive la enérgica protesta de Antonio Maceo de no aceptar jamás la rendición contra el colonialismo español”.
Al encuentro asistieron vecinos de barriadas aledañas para profundizar en las enseñanzas de nuestra Historia y los retos actuales, acerca de los cuales reflexionó el profesional de deportes, Claudinel Pérez Báez, e insistió en la creatividad con que los colectivos y barriadas vencen las limitaciones impuestas por el cerco estadounidense y lo mismo en aulas, que en hogares y áreas deportivas, nos crecemos sin dejarnos vencer por las carencias.
Vilma Laborí Noa, destacada donante voluntaria de sangre allí, ofreció argumentos demostrativos de la política criminal contra el pueblo, de cómo perjudica a veteranos atletas, así como a demás personas en situaciones vulnerables y ratificó su apoyo a la máxima dirección del país con las medidas para enfrentar las adversidades derivadas del cerco e impulsar la economía y el bienestar del pueblo.

Rosaida Vázquez Corrales, del Secretariado municipal de los CDR e integrante del panel, destacó la amplia tradición de lucha antimperialista de los cubanos, desde las alertas de Martí en el nacimiento del imperio hace más de un siglo y la continuidad por Fidel de esa batalla vinculada a la defensa de la soberanía de la Patria, hasta el compromiso de las generaciones actuales por mantener ese legado frente a las amenazas de dominación política, económica, tecnológica y cultural imperialistas hoy.
Los integrantes de la dirección nacional de los CDR, Yaniuska Druyet Suárez, coordinadora municipal, y Yoalvis Rodríguez Téllez, asistieron al debate que inició en el territorio un proceso que se extenderá a los 10 consejos populares y unas 50 zonas para condenar el bloqueo estadounidense y expresar la voluntad de defender el Socialismo, la soberanía nacional, la unidad y la paz.