Canciones, películas, poemas, libros e incontables obras siguen tratando de explicar cómo se siente el amar a alguien, otros por el contrario ni siquiera intentan buscar argumentos… se conforman con la dicha de tener esa singular emoción que, a decir verdad, no entiende de razonamientos.

Para otros no se puede ver con los ojos ni a simple vista, se siente con el corazón y ese si no sabe de formalismos, tampoco de géneros ni normas sociales; simplemente palpita, entra por todos los sentidos, conmueve, acepta lo diverso y quiere tal cual eres, sin aspirar a la perfección…
Tan intensa y profunda es esta emoción que inspirara una fecha para celebrarla en todas sus formas: es el Día del amor y la amistad cada 14 de febrero no sólo como pareja sentimental, también como amigos o familia, vecinos y todo aquel que merezca uno de los sentimientos más puros.
No habrá mucho que regalar en estos tiempos difíciles, pero siempre se buscan detalles para agasajar a quienes nos hacen felices.
Ellos nos motivan a no renunciar a ese cariño especial, a multiplicarlo y cautivar con los ojos del corazón, como afirmaba el Principito de la literatura, para agradecer, bajar las estrellas, iluminar emociones, compulsar e irrigar los mejores sueños juntos.
Hoy las nuevas oportunidades tecnológicas, los teléfonos móviles y las redes sociales en Internet nos acercan, cultivan sentimientos y tributan en medio de la sequía meteorológica de la temporada los besos y las flores que nos alegran y salvan de la ingratitud e insensibilidad de los desmemoriados.
Pero los cubanos no olvidan lo expresado por el Apóstol cuando nos recordó entre sus aforismos algo que nos alienta mucho hoy ante las adversidades: “Con el amor renace la esperanza”.
Seguramente algunas de las postales dedicadas este 14 de febrero llevan esta oportuna frase martiana que tanto alienta: “La capacidad de amar, es la única que hace al hombre grande y feliz”. Y es esa capacidad la resistencia de los cubanos hoy, agigantados ante contratiempos de todo tipo y confiados en las soluciones con que nos reímos de las escaseces.
También podemos decir con nuestro Presidente Miguel Díaz-Canel, cuando se Ama, todo se hace más fácil y trasmitir las Felicitaciones como enamorados incondicionales de lo que seguimos conquistando entre todos.
Ya lo adelantó el Martí universal que nos acompaña: “Se necesita ahora más que nunca, templos de amor y humanidad que desaten todo lo que hay en el hombre de generoso…”.