Acabamos de finalizar el 2024 con la mirada fija en el 2025, Año 67 de la Revolución, sus mayores desafíos y metas, y toda la confianza puesta en la eterna juventud de la Revolución invicta de Fidel con su pueblo.
Concluye un año de grandes esfuerzos y retos, de serias limitaciones financieras, naturales y energéticas, e intensa actividad en sus jornadas finales de sudor, por hacer más y terminar obras nuevas o remodeladas como los restaurantes El Río y El Dragón, la clínica estomatológica Lázaro Fonseca (de 41), el hogar materno de La Fe, entre otras.
Las merecidas felicitaciones al pueblo como protagonista multiplican el entusiasmo y compromiso, a cada paso las comparten con la gente las autoridades principales, como trasmitiera el presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Con el optimismo de siempre él alienta a recordar el año que culmina no por los obstáculos y las carencias sino por las victorias y expresa en el mensaje a sus compatriotas por el inicio del nuevo año “infinitas gracias por el heroísmo frente a la barbarie de la guerra económica que se nos hace.
“Honra y emociona sobremanera –subraya en la red social X el también primer secretario del Comité Central del Partido– saberse parte de este pueblo que no nació destinado a la grandeza. Se la ha ganado a golpe de heroísmo y creatividad en la resistencia…”, con heroínas y héroes que ¡son millones!
Al dejar atrás el 2024 queda claro que estamos marcados tanto por los desafíos como por la capacidad de superarlos.
En lo adelante el camino seguirá siendo complejo, especialmente por el ascenso de Donald Trump a la presidencia de
EE. UU., cuyo legado contra Cuba durante su anterior mandato mucho agravó la situación de la nación, pero frente a eso seguirá brillando a los ojos del orbe el espíritu indomable de un pueblo nunca doblegado ante quienes intentan imponer dictados.
Por delante están el Plan de la Economía y el Presupuesto del Estado, con potencialidades aún por descubrir, así como objetivos centrados en la atención a los jubilados y a quienes tienen pensiones y salarios mínimos, para mejorar su situación.
Así lo subraya Díaz-Canel en reciente reunión del Consejo de Ministros, donde destaca lo imprescindible de buscar, además, una proyección hacia la participación, porque en ese compromiso está una base importante de la unidad, pues es innegable la convicción de que “trabajando, defendiendo la unidad, con inteligencia, con talento, con esfuerzo, una vez más, venceremos”. Y esa palabra vuelve a ser ruta para la acción.
Serán premisas en esa dirección impulsar el movimiento popular Sentir Pinero en pos de realizaciones, junto a las prioridades de fortalecer el trabajo político ideológico, consolidar la defensa, preservar el orden interior y enfrentar el delito, la implantación del nuevo mecanismo de asignación de divisas, así como de los esquemas de financiamiento cerrado para el sector exportador y el perfeccionamiento de la empresa estatal y unidades presupuestadas.
Entre esas prioridades aprobadas en la más reciente sesión del Parlamento cubano para estos 12 meses están también la ampliación de la producción nacional incluyendo ofertas de bienes y servicios estatales, la conducción y ordenamiento del sector no estatal en la vida económica y social, así como la protección a vulnerables y el subsidio a personas y no a productos, la recuperación del sistema eléctrico, las acciones dirigidas a reducir las desigualdades sociales y el reordenamiento del mercado cambiario.
El territorio une a tales estrategias tareas como la producción de alimentos, el mejoramiento de la calidad de los servicios, incluyendo los de Educación y Salud, el enfrentamiento a la corrupción, ilegalidades, delitos y violaciones, con énfasis en los altos precios que tanto afectan a todos.
No menos importante serán la voluntad de continuar –aun en medio de dificultades–, las inversiones y tareas encaminadas al avance de la economía.
Más allá de las limitaciones económicas, entre las que están el obstinado y criminal bloqueo imperial junto a la subversión e injerencia, compartimos la seguridad de mantener los servicios sociales y toda la justicia conquistada en titánica lucha, encabezada hoy por los continuadores de los bisoños que hicieron realidad aquí las ideas más avanzadas del eterno joven rebelde.
Que sea el 2025 un año de mayor convocatoria al empuje y al entusiasmo, a la movilización popular y al superior aprovechamiento de la tierra para que la palabra que celebramos: triunfo, sea presente y horizonte como nación libre, socialista y feliz, que sigue en combate contra sus errores y el imperio.
Por eso habrá que sacudir la economía de lastres que la deforman y de prácticas sin los resultados esperados, de ahí que debamos ampliar las mejores experiencias y encadenamientos productivos, y depender más de cuanto hagamos con nuestras propias manos.
El 2025 está llamado a convertirse en campo de batalla y de trabajo en que parafraseando a Eusebio Leal cuando se refería a Fidel cumplamos la voluntad de quien aún vive, no ha muerto, en que no se rinda culto de palabras, sino de obras: “Que se levante la producción, que se levante el campo, que se levante el trabajo, que avergüence el robo, que se sienta orgullo de hacer en esta República, que no emigren, que permanezcan, que trabajen, que se unan, y entonces, estoy seguro de que, como dice la canción, ese caballo blanco que ahora va descabalgado permanecerá eternamente y sobre él irá, invisible, pero cierta, su figura”.
A la orden dada por el General de Ejército Raúl Castro: “No nos limitemos a resistir, vamos a salir de estos tiempos como lo hemos hecho siempre: ¡combatiendo!”, exclaman los pineros: ¡Aquí estamos para combatir y vencer!
Otros artículos del autor:
- Isla de la Juventud: Dayanira, una vida en ascenso en las FAR
- Continúa inestable el servicio eléctrico en Isla de la Juventud
- Pineros por soluciones sostenibles frente a déficit de generación
- Se alistan pineras para celebrar aniversario 65 de la FMC
- Educación, raíces y vocación: el camino de Lehsa Matala Saleh