“En los momentos que pasamos aquí hablando del Apóstol no me duelen ni los huesos…”, exclamó una mujer de avanzada edad en la casa de abuelos Alegrías de vivir después de uno de los intercambios convocados por su club martiano de la Sociedad Cultural José Martí, mientras otro participante recordaba el debate con alegría inolvidable.

Se trata de una sicoterapia para el adulto mayor desde una conversación martiana relacionada con vivencias y entornos de esas personas cuyo enriquecimiento espiritual las hace olvidarse de dolencias y medicamentos.
Pero las espontáneas expresiones trascienden la satisfacción personal y da idea de lo atractivos y aportadores de esos momentos, muchos de ellos con temas cercanos a los colectivos y de los que escribió el Héroe Nacional con visión para todos los tiempos y alertas mayores hoy como el latente peligro imperialista sobre los pueblos, la pérdida de valores y otras crisis.
En La Fe, cuyo consejo martiano es el más destacado del municipio, hablan de cuanto ha calado el movimiento de jardines y huertos martianos de la comunidad con las plantas de las que escribió el Héroe Nacional y hasta donde van los niños para conocer de sus valoraciones sobre la naturaleza.
Allí inauguraron el primer jardín martiano del barrio y el centro escolar José Almuiña dedica los jueves a hablar de Martí, premiar concursos y visitar a enfermos, entre otras acciones consecuentes con su llamado a hacer algo bueno cada día.
Fueron algunas de las experiencias compartidas por los integrantes de esa Sociedad que en el 2024 crece no solo en el número de clubes, hoy ascendentes a 26 –devenidos aglutinadores del quehacer en escuelas– sino también de asociados, superior ya a los 260, y de actividades que irradian el pensamiento del autor intelectual del asalto al cuartel Moncada y profundiza sus ideas relacionadas con juristas, maestros, pintores y demás artistas, entre otros sectores con humanismo universal que une, enaltece y compromete.
No fue una asamblea más ni balance convencional del trabajo el encuentro donde se conocieron esos resultados, sino uno muy original en el que más que hablar de lo logrado y cuánto más hacer, el recuento tuvo detalles como tener de música de fondo la que acostumbraba escuchar el Apóstol, entre otras iniciativas que hicieron más íntima la presencia de Martí.
Como reconoció el informe presentado por Antonio Suárez Rodríguez, presidente de la Filial de la SCJM, entre otros aciertos sobresalen la mayor inserción de jóvenes y el vínculo con el Movimiento Juvenil Martiano, llevar a Martí a barrios y personas, adecuando los temas a cada público, las cátedras y eventos, así como la creación del Premio territorial Glorias a la luz a destacados respecto a la obra martiana, merecido por la profesora Mirtha Fuenzalida González.
Para el año el 2025 la Sociedad Cultural proyecta actividades con nuevos sectores y comunidades, estrechar nexos con la brigada artística José Martí, declarar Familias Martianas de conjunto con los CDR y Huertos y Jardines Martianos para divulgar esa arista de su pensamiento y contribuir al autoabastecimiento de alimentos donde lo fomenten.
Así continúan proponiéndose superiores metas consecuentes con lo aconsejado por el Apóstol cuando escribió: “…haz algo bueno cada día en nombre mío”, hoy con la premura de que su pensamiento explica fenómenos económicos, políticos y sociales contemporáneos y deviene obligado referente.
Sin embargo, su presencia no puede quedar en la repetición de sus frases, pues según advirtiera Yánder Zayas Pérez, miembro del Buró Ejecutivo del Partido aquí, urge revertirlas en la actuación consciente de cada cubano.