
No pocos en el hospital general docente Héroes del Baire, a la pequeña Mía la consideran la “niña milagro” y no es para menos, pues al nacer solo pesó 990 gramos, disminuyendo a 700, lo cual la convirtió en la neonata con el peso más bajo registrado en los últimos 15 años en este territorio.Pero no solo esta pequeña es orgullo de la sala de Neonatología del principal centro hospitalario, sino otros niños prematuros que recibieron la esmerada atención y cuidado de los especialistas y enfermeras para en la actualidad vivir junto a su familia y disfrutar de una adecuada calidad de vida.
El primer mes es el período más vulnerable para la supervivencia del niño y la prematuridad constituye una de las principales causas de muerte en el mundo, de hecho alrededor de un millón de recién nacidos mueren en las primeras 24 horas, según la Organización Mundial de la Salud.
Entre los que sobreviven existen altas probabilidades de que sufran algún tipo de discapacidad de por vida, relacionadas en lo fundamental con el aprendizaje y problemas motores, visuales y auditivos.
Cuando por estos días conversaba al respecto con Damisleydis Sao Hernández, especialista de primer grado en Neonatología y jefa del servicio en el hospital, decía que el índice de prematuridad en el municipio se comporta por debajo del cinco por ciento (media nacional) y según un estudio realizado de los últimos cinco años este indicador arroja un 3,9 por ciento.
Sin embargo, la doctora no se siente satisfecha con tales resultados, máxime si se tienen en cuenta que cada año los nacimientos son menos y más frecuentes los embarazos en la adolescencia; de hecho, enfatizaba que “la Isla está entre los territorios del país con más elevado índice porque de manera particular este año la natalidad es muy baja”.
A lo anterior resulta válido agregar que de los cuatro fallecidos en lo que va del año, tres fueron pretérminos, precisamente las gestantes eran adolescentes; de ahí que en estos momentos el municipio muestre una tasa de mortalidad infantil de 10,2 por cada mil nacidos vivos.
Aunque el parto prematuro tiene diversas causas llama la atención sobremanera el embarazo en la adolescencia, pues cada vez más son las menores que deciden asumir la alta responsabilidad de ser madres sin antes ellas ni su cuerpo estar preparadas para llevar en su vientre una criatura y luego llevarla de la mano por los vericuetos de la vida.
Al respecto se estuvo comentando por estos días en el ámbito de la Semana del Prematuro, que se celebra cada año en el orbe del 11 al 17 de noviembre y en cada una de las acciones realizadas se enfatizó la necesidad de fortalecer tanto la atención primaria como la labor de la familia en aras de disminuir las causas que provocan la prematuridad, haciendo énfasis en el embarazo precoz y las infecciones vaginales.
Y si bien se debe potenciar la labor en los consultorios del médico y la enfermera de la familia, también los hogares desempeñan un rol decisivo en el acompañamiento a la embarazada, pues existen algunas que aun siendo la salud un derecho y, por demás, gratuito, no asisten a las consultas y controles planificados.
Sin duda alguna queda camino por andar en pos de lograr mayor comprensión en cuanto a los riesgos de los partos prematuros y resultados más halagüeños en el Programa Materno Infantil; mientras tanto ahí estarán los talentosos neonatólogos, quienes a pesar de las carencias continuarán haciendo el “milagro”, al combinar la experiencia con la juventud para enfrentar las más disímiles patologías que puedan poner en riesgo la vida del recién nacido.