Hacer del barrio un mejor lugar

“Como está la cosa para convocar a esas asambleas, no deberían ni realizarse, total para qué”… alguien refunfuña y era evidente que hacía referencia al proceso de rendición de cuenta del delegado ante los electores previsto a iniciar el 20 del presente mes.

Tengo la certeza que no son pocos quienes se expresen de igual manera o tienen un pensamiento similar porque en realidad se efectuarán en un contexto en que las carencias y limitaciones laceran tanto a las familias como obstaculizan el impulso de programas vitales, el cumplimiento de los planteamientos y hasta la gestión del delegado, el rostro del Gobierno en la comunidad.

Sin embargo, los agobios de la vida cotidiana, muy marcada por los efectos de ese bloqueo en el que algunos se resisten en creer y sí está ahí, más recrudecido, además de la inclusión de Cuba en la  lista de países patrocinadores del terrorismo y nuestras propias  ineficiencias, no nos pueden cegar al punto de no reconocer que este es un verdadero espacio de democracia y participación.

En la Isla de la Juventud deben desarrollarse más de 400 reuniones, donde los 83 delegados no solo rendirán cuenta de su gestión durante el período sino también ofrecerá información, porque para ello han recibido preparación previa acerca de las principales acciones gubernamentales y del estado de los planteamientos.

Por cierto, en unas declaraciones el presidente del Órgano de gobierno aquí reconocía entre las principales insatisfacciones de los pobladores la difícil situación presentada durante el año con el abasto de agua, debido en lo fundamental a roturas de los equipos de bombeo y la intensa sequía, esa que ha incidido en el llenado de los embalses, sobre todo aquellos con mayor incidencia en el tributo del vital líquido a la población.

Existen otras quejas, unas con mayor urgencia que otras; muchas dependen de recursos, pero para nadie es un secreto que el Estado cubano apenas tiene financiamiento para asegurar la canasta familiar normada y otros productos alimenticios esenciales, cuyos efectos lo hemos sentido en el transcurso del año.

No obstante, los vecinos pueden acudir a las asambleas para referirse acerca de cuantas dificultades cotidianas les afecte a ellos o a la demarcación y resulta importante que sean escuchados por sus representantes.

Considero que no debemos desaprovechar este escenario para ver entre todos cómo podemos aportarle a la demarcación, donde prime la armonía ciudadana, la unidad y la solidaridad para apoyar al abuelito que vive solo y no ceder responsabilidades colectivas, como la higienización de las áreas verdes de nuestras viviendas o edificios familiares porque en ello nos va hasta la vida.

El proceso deberá propiciar la búsqueda de soluciones con la participación popular, fortalecer la gestión del gobierno y el papel del delegado, quien no está ajeno del panorama actual porque lo vive a diario; por lo cual conoce que la transparencia, la comunicación y la unidad son principios inviolables de su función.

Pues hasta el 15 de noviembre los pineros tendremos la oportunidad de participar, debatir y proyectar para entre todos hacer del barrio un mejor lugar.

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Ejercicio de democracia y participación

 

 

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Isla de la Juventud
Karelia Álvarez Rosell
Karelia Álvarez Rosell

Licenciada en Defectología en la Universidad Carlos Manuel de Céspedes, Isla de la Juventud. Diplomada en Periodismo con más de 30 años en la profesión.

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