Fidel siempre en presente

Amo, como hija del pueblo, esa estatura de hombre con su silueta de uniforme verde olivo que con sabiduría hizo trizas los dogmas, cuando la dictadura batistiana parecía inmovible en el poder.

Fidel Castro en la provincia de Pinar del Río, 2003. Foto: Estudios Revolución / Sitio Fidel Soldado de las Ideas.

Veo su presencia de luz y el corazón más enamorado de la justicia que haya latido jamás en el orbe; él, siempre marchando al frente como un espejo o con aquel gesto suyo, el suave movimiento de la mano y los giros de su voz al enfatizar una idea a la manera de sus Palabras a los intelectuales en 1961, para dejar clara nuestra política culturalPor sus discursos muchas veces derramé lágrimas, emocionada ante la belleza que vibraba en el timbre de una convicción; la misma que enalteció el derecho de nosotras las mujeres en todos los ámbitos, incluso en la Carta Magna.

Amo a quien nos enseñó a emprender el Socialismo “a lo cubano” y a mantenerlo, a pesar del bloqueo, en un país “de resistencia épica y unidad” donde al desandarlo encuentras un círculo infantil, una escuela, el consultorio médico, un hogar de ancianos, la casa de cultura o la instalación deportiva…

Elogié la hermosa obra fidelista que los pineros, cual testigos únicos, compartimos en este sureño archipiélago de ensueños con niños y jóvenes de tres continentes y más de 30 naciones para alejarles la ignorancia y nutrirlos con el saber de los libros.

Me encantó siempre esa singular empatía entre Fidel y Raúl, más allá de los lazos sanguíneos, esa de sentir de verdad lo que el otro está experimentando y la forma inédita en que abrazaron la causa de la Revolución, incluso enorgullece tener al General de Ejército a sus 93 años “listo con el pie en el estribo” para seguir haciendo realidad las enseñanzas de Martí y de su “hermano del alma”.

Amo, la visión de largo alcance del Máximo Líder, su disciplina férrea, su estirpe hecha dignidad nacional y del mundo; al amigo entrañable que sobrevivió a 634 intentos de atentados – más que ningún mandatario en otra nación y en ninguna otra época– protegido por la inmensa lealtad de su pueblo, por un chaleco moral: la fuerza moral del ejemplo que ha dado Cuba.

Me inspira su Concepto de Revolución en el que explica el lujo que no podemos darnos quienes la llevamos adelante, y cómo debemos actuar “con audacia, inteligencia y realismo” sin perder el “sentido del momento histórico”, ni el “altruismo, la solidaridad y el heroísmo”, en medio de tantas dificultades que atravesamos en el contexto económico y social.

Amo a Fidel siempre en presente, al Líder Histórico de la Revolución Cubana, a quien este 13 de agosto de 2024 celebraremos su onomástico 98 tanto en la Patria como en otras latitudes.

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Isla de la Juventud Rincón del redactor
Mayra Lamotte Castillo
Mayra Lamotte Castillo

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana; tiene más de 40 años en la profesión.

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