Luego de dos intensas semanas de sueños e ilusiones la delegación local que participó en la edición 60 de los Juegos Nacionales Escolares y Juveniles, superó con creces el desempeño de citas anteriores al cosechar 22 medallas, el doble de las conquistadas el año pasado.

Alcanzar o superar lo conseguido en la versión 59 de la justa multideportiva nacional constituyó el propósito precompetencia de la comitiva pinera y el resultado definitivo no pudo ser más alentador, a pesar de que la Isla concluyó el certamen en el escaño 16, con 81 puntos, clasificación liderada por La Habana, Santiago de Cuba y Cienfuegos, por ese orden, en las primeras posiciones.
El evento –nacido en agosto de 1963– reunió en esta ocasión a más de 9 500 atletas en 38 instalaciones de todas las provincias del país, marcando así la nueva generación de deportistas que serán el relevo de las actuales luminarias de Cuba. Los pineros compartieron escenario con sus similares en 14 de las 33 disciplinas convocadas, de ahí los motivos por los cuales no se pudo obtener mayor puntuación en la tabla general, aunque se superó la actuación precedente en el medallero al lograr las 22 preseas desglosadas en cinco de oro, seis de plata y 11 de bronce. Una vez más los nuestros hicieron honores incluyéndose en el podio de premiación de varios deportes gracias al trabajo mantenido por profesores y entrenadores en las estructuras de base.
Entre los éxitos más relevantes en lo individual sobresalen las dos preseas de oro conquistadas por la joven promesa de solo 16 años María Claudia Álvarez Alvarado, quien causó sensación en el canotaje en el K-1 a 500 y 5 000 metros, así como Michel Fuentes Rosabal en el single individual del bádminton para discapacitados.
Dentro de las disciplinas más destacadas por equipo en el evento, Andrés Resquejo Fernández, jefe de Programación de la Dirección de Deportes, Educación Física y Recreación, destacó el sexto lugar obtenido por el tenis de campo, boxeo juvenil y canotaje, asimismo hizo hincapié y ponderó el sacrificio y empeño de un grupo de entrenadores que siempre se mantuvieron junto a sus atletas brindando apoyo y aliento.
Otros pineros que con rúbrica frisaron los límites de la excelencia fueron los árbitros Leonardo del Río González, de boxeo, seleccionado mejor árbitro del evento, así como los jueces del canotaje Ediurmis Aroche y los hermanos Juan Carlos y Alexánder Labrada Torres.
La 60 edición de los Juegos Nacionales Escolares y Juveniles nos dejó un mensaje alentador y una huella imborrable en la historia del deporte local, conseguido desde muchos esfuerzos y sus protagonistas con un ambiente festivo rebosan de pasión y energía, pero a la vez está el compromiso de redoblar los esfuerzos e incrementar el trabajo y las iniciativas con dedicación y espíritu deportivo.



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