Rafael apuesta por la agroecología para cosechar resultados

FOTO: Gerardo Mayet Cruz

Más allá de la emblemática elevación Sierra las Casas, la cual contornea la ciudad de Nueva Gerona como una muralla que delimita el oeste de la capital pinera, se extiende en un paraje escondido un oasis agroecológico de más de seis hectáreas (ha). Hace ocho años de allí fue desterrado el marabú y desde entonces sus tierras son pródigas en la producción de alimentos.

Rafael reafirmó que prefiere utilizar los productos agroecológicos en los sembrados/ FOTO: Gerardo Mayet Cruz

Se trata de la finca 25 de noviembre, del agricultor Rafael Peña Tamayo, asociado de la cooperativa de créditos y servicios Abel Santamaría Cuadrado, un área de solo 6,54 ha donde la voluntad, tenacidad y aplicación de la ciencia constituyen los principales insumos para cosechar resultados.

Peña Tamayo cuenta que cuando se hizo cargo de dicho terreno el marabú poblaba por completo el área; de inmediato creó una brigada y comenzaron a liberar la tierra del indeseable arbusto; a los dos años todo quedó listo para comenzar a sembrar.

“Desde entonces y hasta la fecha –destacó Rafael– hemos ido estableciendo poco a poco niveles de siembras sin fertilizantes, plaguicidas ni fungicidas, solo con productos ecológicos y medios que vamos creando aquí. Cada año nos preparamos, estudiamos, descubrimos y aplicamos cosas nuevas para mantener siempre la finca sembrada.

“En este instante que nos golpea la escasez de combustible, con lo poquito que tenemos no hemos dejado de trabajar porque el objetivo de estar aquí es producir comida para el pueblo”.

Hoy en la finca se aprecian los plantíos de maíz, boniato, malanga, pepino, plátano y quimbombó. Al mismo tiempo se encuentran cosechando de estos dos últimos, mientras de boniato recogió hace unos días una tonelada y media en 0,1 ha.

En la finca no se pierde tiempo/ FOTO: Gerardo Mayet Cruz

“También hice un experimento con 36 plantas de malanga en las que obtuve dos quintales del tubérculo. En estos momentos poseo toda esa semilla sembrada con el propósito de incrementarla y lograr plantar una hectárea de esa vianda, que escasea y es prioritaria para las dietas médicas y otras necesidades”.

Rafael estuvo entre los campesinos que cultivaron papa ecológica en la reciente campaña. Consiguió un rendimiento de 28,9 toneladas por hectáreas. Según relata, resultó decisivo en el sobresaliente resultado el empleo del biol, como parte de su constante empeño en la aplicación de la ciencia en función de los resultados, sobre todo en tiempos de carencias y dificultades con la adquisición de insumos agrícolas y demás recursos.

Siempre tiene preparado el biol para aplicar a los cultivos/ FOTO: Gerardo Mayet Cruz

Sobre el biol describió que se trata de un compuesto conformado con estiércol de vaca húmedo, ceniza, diversas plantas proteicas y masa fresca elaborada con yuca y boniato molidos.

“Todo lo peso, porque lleva sus medidas; luego lo muelo, lo dejo reposar entre siete y 14 días, y finalmente se lo aplico a las plantas de manera foliar utilizando las mochilas. Este compuesto ayuda a la planta en la floración, en el fruto, su sistema vegetativo, la parte foliar y, como es un producto que tiene mal olor, las plagas atacan muy poco a las plantaciones.

“Lo aplico de acuerdo con el sistema vegetativo de la planta, al ciclo de vida de ella, lo hago por dosis al 50 por ciento (%), al 60, al 80 y ya cuando la planta está en el sistema del fruto lo aplico al 100 %. Hasta la fecha me ha aportado buenos dividendos, siempre tengo dos tanques preparados para usarlo en los cultivos. Cuando el pepino que está naciendo tenga las primeras tres hojas comienzo a aplicar el porciento que lleva”.

De igual forma utiliza la materia orgánica, “cuanta encuentro por ahí la recogemos, todo eso lo ligamos junto con la ceniza que recogemos y después lo aplicamos al suelo, primero como fondo y luego de manera foliar a los sembrados”.

La materia orgánica es otro de los compuestos que tiene disponible/ FOTO: Gerardo Mayet Cruz

Los resultados del perspicaz agricultor a partir de su ingenio y de las alternativas que emplea, están sustentados por su constante afán de superación, que ha incrementado desde su estrecha relación con la universidad Jesús Montané Oropesa. Dicho acercamiento le ha impulsado a multiplicar su preferencia por la utilización de los productos ecológicos.

“Comencé mi vínculo con la universidad a través del Proyecto de Innovación Agropecuaria Local (Pial). En aquel momento fui de los reacios al tema de la agroecología, si no era con químicos no me gustaba producir. Con la universidad y el Proyecto Pial comencé a trabajar con estos productos y en la actualidad ya no quiero saber de los químicos; entre otras razones, porque estos afectan la salud y en lo personal soy del criterio de que no existe diferencia en los resultados que se obtienen empleando productos químicos o agroecológicos.

“Fíjese si es así que en mi caso sembré papa agroecológica al 100 % y obtuve la cantidad de producción mencionada, sin embargo, lo sembrado con químico no llegó a ese resultado. Aquí en la finca
–declarada agroecológica y que solo resta la entrega del certificado– se han desarrollado varios trabajos y tesis relacionadas con la agroecología.

“Si se aplica la ciencia es seguro alcanzar buenos dividendos y con calidad. Además, se reducen los costos, pues los productos químicos se han encarecido mucho, cualquier cosa cuesta un ojo y parte de la cara; la materia orgánica tampoco es regalada, pero el costo es mucho menor”.

Es evidente, para Rafael la superación constante constituye su principal recurso: “Soy de las personas que no se detienen, cada día aprendo más haciendo cosas nuevas, indagando; con frecuencia consulto con personas que conocí en diferentes eventos”.

Además de viandas y hortalizas en la finca podemos encontrar coco, tamarindo, mango, fruta del pan, guayaba, alrededor de cinco variedades de plátano fruta, dentro de las cuales destaca una desarrollada por él que pretende incrementar.

El agricultor muestra una de las variedades de plátano fruta que ha desarrollado/ FOTO: Gerardo Mayet Cruz

Para trabajar la tierra cuenta con un tractor, pero de igual manera utiliza la tracción animal, sobre todo a la hora de cultivar la papa, en este caso con un caballo que, según reveló, si se enseña bien trabaja más rápido que la yunta de bueyes.

El quimbombó es uno de los cultivos en cosecha/ FOTO: Gerardo Mayet Cruz

El riego de los sembradíos no constituye problema. “Hace un tiempo a la Isla vinieron unos poceros de Mayabeque y logré traerlos a la finca, pagué, hice mi pozo y con las turbinas que tengo, aunque no son de última generación, resuelvo. El sistema de riego tampoco es de los más modernos, tiene muchísimos defectos, pero entre todos aquí lo arreglamos y vamos cubriendo hasta que podamos mejorarlo, incluso con la sequía de ahora estamos sembrando y regando después”.

Al jocoso productor lo acompañan en las labores agrícolas su familia y seis trabajadores. Las producciones tienen como principal destino la placita del consejo popular Abel Santamaría, de igual manera extiende las ofertas a otros puntos de la geografía local como el reparto Juan Delio Chacón, colabora con asentamientos alejados y de difícil acceso como Cocodrilo, en la costa sur, y entrega donaciones a círculos infantiles, el hogar materno y la Casa de Niños sin Amparo Familiar.

Como hombre de campo fomenta la crianza de animales, en esta oportunidad de gallinas camperas que le garantizan carne y huevos para el consumo particular. Las mantiene con los propios desechos de cosecha.

Rafael y la 25 de noviembre ya no pueden expandirse más, todo a su alrededor permanece ocupado, sin embargo, aseguró que la mejor manera de crecer es aprovechar al máximo lo que se tiene.

“Apenas salgo de una producción, enseguida estoy sembrando la otra y así he logrado tremendos resultados”, concluyó.

Otros artículos del autor:

Isla de la Juventud
Yuniesky La Rosa Pérez
Yuniesky La Rosa Pérez

Licenciado en Comunicación Social en la universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

Colaboradores:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *