Miles de jóvenes eufóricos responden al llamado de Fidel para el rápido aprendizaje del manejo de las armas antiaéreas, procedentes de los países socialistas y bautizadas por la población como las Cuatro Bocas.
Tras vencer un curso de dos meses de intensa preparación, movilizan a los mozalbetes ante una posible agresión militar directa de los Estados Unidos(EE.UU.) durante el traspaso de poder del presidente Dwight David Eisenhower a John FitzGerald Kennedy.
Una sorpresiva acción terrorista, organizada por la Agencia Central de Inteligencia de los EE.UU. en complicidad con gobiernos lacayos de América Central, ocurre a las seis de la mañana del 15 de abril de 1961, hace 63 años, cuando aviones bombarderos B-26 de fabricación estadounidense divididos en tres grupos, atacan de forma simultánea los aeropuertos de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y Santiago de Cuba.
Las aeronaves portan diez bombas de 260 libras cada una para destruir los pocos aviones en tierra destinados a la defensa de una Revolución de apenas dos años.
También tienen pintadas las insignias de la Fuerza Aérea Revolucionaria en sus fuselajes pues pretenden mostrar al mundo que los agresores eran militares cubanos desertores sublevados contra el triunfante proceso revolucionario.
En cada uno de esos lugares del territorio nacional, los bisoños artilleros como si fuese su Moncada defienden el suelo patrio heroicamente, lo cual siembra el luto enmuchos hogaresal registrarse siete muertos y 53 heridos.
Eduardo García Delgado, miliciano que maneja una antiaérea, al sentirse herido de muerte en heroico gesto de sacrificio y lealtad, en una pared escribe con su sangre el nombre de Fidel antes de fallecer en Ciudad Libertad, tras ser ametrallado aquel aciago día.
Las mentiras de las agencias United Press International y Associated Press desatan otra guerra de calumnias y falsedades de todo tipo.
En el campo diplomático se libra una ardua lucha y el doctor Raúl Roa García, el Canciller de la Dignidad, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas(Onu) en Nueva York con su verbo vibrante hace contundentes denuncias por el sorpresivo bombardeo.
La representación de Cuba en la Onu había cumplido la misión encomendada. La dirección de la Revolución estaba satisfecha. La segunda contraofensiva contra el ataque norteamericano ya se había puesto en marcha. La primera, por supuesto, queda en manos de los artilleros antiaéreos cubanos.
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