
Estos muchachos del grupo cuatro de décimo grado del instituto preuniversitario Celia Sánchez Manduley descubrieron por azar este tranquilo sitio bajo la arboleda que rodea a Industrias Locales y a la editora del periódico pinero, ideal para el estudio, donde se quedaron y más ante la cercanía de los exámenes, pero también por casualidad los descubrió el lente de Victoria lo vio, que atrapó en reciente atardeces estas escenas tan hermosas como las de la naturaleza del lugar y que confirman los interminables momentos de los jóvenes, empeñados en hacer del estudio oportunidad para penetrar en el sorprendente mundo del saber. Así seguirán los gratos asombros a la par del disfrute.


