Una líder de zona

Fotos: Víctor Piñero Ferrat

María del Carmen Cobian Duzú no imaginó que en la comunidad agrícola Roberto Orestes Moreno Vázquez donde hoy vive, la sorprendieran nuevas responsabilidades y experiencias tan alentadoras.

“Nunca pensé estar al frente del trabajo de la zona 163 de los CDR como coordinadora y compartir los resultados que entre todos cosechamos”, confiesa con modestia esta líder natural del referido asentamiento, a unos 12 kilómetros al sur de Nueva Gerona, pero orgullosa de lo logrado en las cuatro estructuras de base constituidas a los pocos meses de la llegada de las primeras familias beneficiadas en diciembre de 2016.

“No solo hemos fortalecido la labor de la organización, de unir a los vecinos como una gran familia y cumplir las principales tareas, como la cotización del año y el aporte a la Patria, –explica en su confortable apartamento– sino que hemos coordinado todos los fines de semana la participación rotativa por CDR en la limpieza de pasillos, aceras y demás áreas públicas, lo cual nos permite mantener la higiene, además de educarnos en la exigencia colectiva en la disciplina y otras normas de convivencia para garantizar la tranquilidad y armonía que necesitamos para hacer más grata la vida aquí”.

“Otro resultado es haber consolidado la solidaridad y el altruismo como muestra el incremento de donantes voluntarios de sangre, quienes en cada jornada coordinada con el Banco de Sangre que viene hasta aquí cada tres meses, acuden de forma masiva con cerca de 20 cederistas que aportan”, ejemplifica la también jefa de brigada de siembra de cítrico.

Fotos: Víctor Piñero Ferrat

“Tenemos además la satisfacción de lograr la activa participación de todos los vecinos en las movilizaciones y actividades convocadas, como el barrio debate realizado esta misma semana sobre las elecciones y en que nos comprometimos a concurrir temprano el día 11 de marzo al colegio electoral que tendremos en la comunidad para votar por nuestros candidatos a diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular”.

María del Carmen explica que “esa respuesta es resultado de conversar mucho con las familias, escucharlas, tener en cuenta sus iniciativas, motivarlas, apoyarnos unos a los otros y hacer que cada uno sea parte de este compromiso colectivo en que todos tenemos nuestro granito de arena, tanto en las áreas agrícolas a las cuales estamos vinculadas para recuperar la toronja y otros cítricos, como en los demás momentos y espacios de nuestra comunidad.

“Por eso aquí –destaca– hay armonía, no hemos tenido incidentes, trabajamos muy unidos con la FMC y demás organizaciones y entre todos cuidamos viviendas y locales de servicios como la bodega, la posta médica, la cafetería que no funciona aún y la escuela…”, y agrega entusiasmada que “hasta los niños y adolescentes participan en muchas tareas y protegen los jardines que mantenemos aquí”.

Aclara, sin embargo, que “de no haber sido por la cohesión y espíritu de trabajo no hubiéramos podido vencer difíciles tareas como la chapea, la poda, la siembra de cítricos y frutales y hasta el corte de marabú, que nunca más dejaremos crecer en estas tierras”.

Así lo asegura esta mujer, líder natural en su zona cederista número 163, con una sonrisa de satisfacción y confianza que delatan su voluntad de no ceder en el empeño de rescatar y desarrollar el cítrico al que se vinculó hace más de dos décadas.

 

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Diego Rodríguez Molina
Diego Rodríguez Molina

Licenciado en Periodismo en la Universidad de La Habana. Tiene más de 40 años en la profesión

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