Tras los medicamentos

Foto: Karelia Álvarez Rosell

–¡Corre, corre, entró duralgina!

–Márcame, voy al consultorio primero a buscar una receta.

Escucho mientras camino por el mercado Abel Santamaría y una de las mujeres, con cartera debajo del brazo, apresura el paso para llegar a la farmacia ubicada en uno de los espacios del complejo gastronómico-comercial y que lleva igual nombre.

Sofocada pide el último y ya más calmada se suma a la conversación de quienes esperaban la llegada de su turno. ¿El tema central? La falta de medicamentos: “Horita no sabemos qué vamos a tomar”, “llegan y se acaban al momento”, “uno viene con la receta, hace la cola y luego no hay”, “uf…dicen que están en falta una pila”, dicen, dicen…

Lo cierto es que durante el año en curso ha prevalecido la inestabilidad de los medicamentos, al punto de llevar a algunos a la solicitud de varias recetas con vista al acaparamiento de determinado fármaco, “para tenerlos asegurados y no salir a capturarlos después”, “¡muchacha se dan unas perdías, que pa´qué!”, alegan quienes se hacen cómplice del mal proceder.

Estas y otras razones, las disímiles quejas recibidas en la redacción del Victoria como los mensajes llegados a nuestra redacción digital,   nos hicieron acudir a la Dirección Municipal de Salud Pública, donde dialogamos con Disley Guerrero Sosa, responsable del Programa de Medicamentos y Tecnologías Médicas.

Por la Licenciada en Farmacia conocimos que el cuadro básico de medicamentos en el país es uno de los más grandes que pueda tener cualquier nación, pues logra 801 productos, que pueden variar en dependencia de la incorporación de alguno de nueva generación y el retiro de otros al corroborarse su baja efectividad.

Entre las causas de tal situación mencionó la falta de financiamiento para la producción y la carencia de materias primas, motivado en gran medida por los efectos del bloqueo de Estados Unidos e  incumplimiento de los proveedores internacionales, muchos de los cuales no cumplen lo pactado y ello, por ende, redunda en la producción nacional, que incluye a los envases.

Durante las pesquisas para profundizar en la problemática, también encontramos información en la revista digital Bohemia, donde encontramos que la industria farmacéutica nacional, en manos del grupo empresarial Biocubafarma, está encargada de producir 499 productos de ese total de 801.

Mientras, la empresa Medicuba tiene en su agenda importar el resto, con una cartera que oscila en unos 100 millones de dólares para ese fin, incluida la compra de un medicamento específico que se destina a una sola persona.

Aunque en los últimos años ha habido una tendencia a la importación debido a las imposibilidades que ha tenido la industria (limitada capacidad tecnológica instalada, falta de patentes, de moléculas…), esta mantiene un papel vital para garantizar la presencia y estabilidad de medicamentos en el sistema de salud.

Para producirlos –que significa para el país disponer de soberanía médica–, el Ministerio de Economía y Planificación destina al año alrededor de 200 millones de dólares que se invierten en adquirir fundamentalmente materias primas farmacéuticas, envases, excipientes…, los cuales se utilizarán en las 62 instalaciones productivas existentes en Cuba.

Por su parte Guerrero Sosa planteó que “en el 2017 la crítica inestabilidad de más de 60 medicamentos ha afectando al territorio, por lo cual el plan de asignación previsto para la etapa se comporta solo al 58 por ciento.

“El Municipio debido a su situación geográfica es priorizado y debe tener una cobertura de 90 días, o sea, tres meses; sin embargo, su comportamiento ha sido muy variable, hemos tenido fármacos por debajo de los 15.

“Entre los más afectados tenemos la solución antiséptica, la loción de zinc y calamina, la aspirina de 125 mg, el clobetasol en crema y ungüento, el metilbromuro homatropina, los óvulos, tolnaftato 1 % y clotrimazol 1 % en crema, vitamina C y B6 en tabletas, sulfaprín en tabletas, entre otros”.

A los mencionados sumó, además, la tan demandada dipirona, cuya asignación para el territorio asciende a un millón de blíster y hasta la fecha solo han arribado 656 184, lo cual representa un cumplimiento del 65,6 por ciento.

“En días recientes nos llegaron 3 000 y los centralizamos en las principales farmacias ubicadas en Nueva Gerona, La Fe y La Demajagua, como era de esperar de inmediato se agotaron, ténganse en cuenta que una unidad nuestra debe recibir entre 5 000 y 7 000 en una semana.

“Para el 2018 se espera cierta mejoría a partir de las gestiones que hace el país para la contratación con los proveedores, para lo cual ya la demanda prevista para la etapa está analizada y actualizada”.

Informó que a raíz del actual panorama el Ministerio de Salud Pública se dio a la tarea de reestructurar el sistema de medicamentos con el fin de lograr una mejor vinculación entre las unidades farmacéuticas y los médicos, de tal manera de no entregar recetas por complacencia y disminuir el malestar en los pacientes al prescribirle un medicamento en falta.

“De lo que se trata es de la constante actualización para indicar la medicina en existencia, de las sugerencias terapéuticas disponibles y también que las personas no se automediquen, constantemente manifestamos por diferentes vías lo que provoca el consumo inapropiado o excesivo.”

Para paliar el déficit mencionó el Centro de Producción de Medicina Natural, el cual coadyuva a suplir algunos renglones farmacológicos de la industria. Al respecto expuso algunos ejemplos.

“El jarabe de ajo, es un antiinflamatorio y anticatarral, el jarabe de manzanilla puede sustituir al novatropín, la tintura de pino macho al ketoconazol, la de anamú es un analgésico, mientras la crema de aloe tiene efectos cicatrizantes.”

Si es estratégico continuar con el incremento de la medicina natural se impone también insistir en el perfeccionamiento del sistema, la rigurosa organización, el control y la oportuna información en aras de evitar la especulación, el malestar y que la escasez se torne crónica.

Resulta vital que los remedios lleguen en verdad a los más necesitados y la farmacia continúe siendo ese lugar donde las personas van a encontrar más que medicamentos, calidad de vida.

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Karelia Álvarez Rosell
Karelia Álvarez Rosell

Licenciada en Defectología en la Universidad Carlos Manuel de Céspedes, Isla de la Juventud. Diplomada en Periodismo con más de 30 años en la profesión.

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4 Replies to “Tras los medicamentos

    1. Así es María Elena, pero según la responsable de medicamentos en la Isla para el 2018 debe primar cierta mejoría, gracias por su comentario.

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