Todos contra el Alzheimer

En una población tan envejecida como la nuestra es normal que ciertos temas comiencen a ser reiterativos, entre ellos las siempre temidas enfermedades.

Problemas asociados al corazón, la tensión arterial y la diabetes son un denominador común entre al menos una de las personas a las que conocemos; algo similar ocurre con el Alzheimer o como le decimos usualmente, la demencia.

Esta afección de carácter neurodegenerativa es considerada por muchos científicos como la nueva epidemia del siglo XXI y se manifiesta a través del deterioro cognitivo y los trastornos conductuales, lo que la convierte en un problema de todos pues la dependencia que genera afecta no solo a los pacientes, sino también a quienes se encuentren en su entorno más cercano.

Es por esta razón que con el propósito de concienciar y ayudar a prevenir la enfermedad se celebra anualmente el 21 de septiembre como el Día Mundial del Alzheimer sobre todo en la actualidad, donde  tan acelerado ha sido el incremento de esta enfermedad que los especialistas estiman para el año 2050 que la cifra de personas viviendo con este trastorno ascienda a 131, 5 millones aproximadamente.

Aunque en el Municipio la prevalencia no es tan elevada con respecto a otros padecimientos igualmente se trabaja de forma constante para disminuir o retrasar su aparición.

En ello mucho influye la labor de los especialistas en nuestros Hogares de ancianos y casas de abuelos, donde se potencian la sana alimentación y el ejercicio físico y sicológico, elementos decisivos en su prevención pues si bien aun no se ha detectado una cura exacta, el establecimiento de pequeñas rutinas y actividades resulta imprescindible.

Estudios recientes muestran que antiguamente esta neuropatía era más frecuente en personas mayores de 65 años, sin embargo en los tiempos convulsos que hoy se viven los síntomas pueden aparecer de forma precoz, especialmente la pérdida de memoria a corto plazo y la inhabilidad de retener nuevos recuerdos.

En estadíos más avanzados se presentan además confusión, irritabilidad, agresión y trastornos en el lenguaje, así como una pérdida de las funciones biológicas e infecciones secundarias y lesiones que son las que eventualmente conllevan al fallecimiento de quienes la padecen.

La tarea primera entonces es propiciar desde la familia la interacción social constante, garantizar la inserción de nuestros adultos mayores en las actividades diarias y motivarlos a realizar acciones como jugar al ajedrez, leer y completar crucigramas en pos de mantener activa la mente.

Ante la presencia del Alzaheimer reulta imposible oponer resitencia pero sí se puede garantizar la calidad de vida de quienes conviven con ella a diario principalmente a través de la comprensión, la paciencia y el amor. Son estas las mejores medicinas para aliviar los efectos de la enfermedad.

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Yenisé Pérez Ramírez
Yenisé Pérez Ramírez

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana

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