Terminó la travesía

Foto: Yesmani Vega Ávalos

La 59 Serie Nacional de Béisbol ya es historia para los Piratas. A la espera de que algún beisbolista pinero sea escogido como refuerzo, las huestes de José Luis Rodríguez Pantoja concluyeron en el décimo puesto con 21 victorias y 23 fracasos, cerca del octavo cupo, pero otra vez quedaron cortos en el intento.

Desde la aplicación de la actual estructura y la polémica utilización de los refuerzos, por tercera ocasión consecutiva quedan marginados de la segunda fase, culminando con un promedio desfavorable de ganados y perdidos, por lo cual no se considera como un buen resultado para la escuadra.

El equipo mostró las mismas carencias durante toda la campaña: problemas en la defensa, picheo de relevo muy endeble y una ofensiva que produce pocas carreras, lo que encomienda en demasía a las buenas actuaciones del cuerpo de lanzadores.

Desde nuestra perspectiva, observamos un plantel con lagunas ofensivas y defensivas que llevaron a salir en 18 oportunidades de los 44 desafíos efectuados debajo en el marcador, y en la mayoría de los casos no lograron remontar.

El bateo quedó inferior a  la media (288), al compilar 277, con destaque para Alberto Calderón con 390, único por encima de los 300, aunque el gran dilema de los atletas fue cómo traer hacia la goma a los corredores encontrados en posición anotadora.

Este importantísimo detalle nos pasó factura desde los inicios de la primera fase, si tenemos en cuenta que los terceros hombres en la alineación solo compilaron para un anémico average (AVE) de 250, dejando a 72 corredores en circulación y remolcando a 18 para un 20 por ciento (%), por debajo del 25 que se considera aceptable.

Los cuartos maderos en la tanda lo hicieron para AVE de 283, dejaron 82 compañeros sobre las almohadillas e impulsaron 14 para un bajo 14,5%, mientras que los quintos respondieron mejor, con AVE de 335 fletaron para el plato a 25 coequiperos, al tiempo que dejaron sin oportunidad de anotar a 88 para un 22,1%.

La defensa resultó otro punto negro. Varios errores fueron determinantes en las derrotas y aunque estuvo en la media del campeonato con 974, hubo posiciones mal custodiadas, donde los errores costaron más de un partido. En ese sentido el campo corto fue la zona peor defendida por los filibusteros al cometer 19 de las 44 pifias del conjunto.

Desde el box, en apenas 15 juegos los lanzadores abridores pasaron de la quinta entrada, sin embargo lo doloroso fue conservar los marcadores dejados por estos serpentineros en la mayoría de los encuentros.

Algunas piezas del bullpen no respondieron, casi todo quedó en los brazos de los diestros Miguel Ángel Lastra y Danni Aguilera, así como del zurdo Wílber Pérez, quienes tuvieron que esforzarse al máximo para salvaguardar los resultados.

En honor a la verdad, la novena de la Isla tuvo chances de obtener su boleto a la lucha por los comodines, pero la barrida sufrida en el Cristóbal Labra frente a las Avispas de Santiago de Cuba constituyó un balde de agua fría.

Otro momento, ya casi en los finales de la fase preliminar, que encendió las alarmas fueron las derrotas contra Mayabeque y Holguín, en especial las dos frente a los Cachorros, que dejaron tambaleante las opciones de acceder al octavo lugar.

Cierran las cortinas de la versión 59 del pasatiempo nacional para la Isla. Toca ahora retomar el trabajo en las áreas con más dificultades que impidieron regresar a una soñada final. Consideramos que la mejor noticia está en la cantera de talentosos jóvenes que poseemos y necesitan de más oportunidades, son los casos de José Luis Bring y Luis Miguel Arias, primero y cuarto bates del Sub 23, quienes en esta ocasión solo consumieron dos y cinco turnos al bate, respectivamente.

Jugaron muy poco y si queremos desarrollar peloteros sin acudir a importar figuras de otras regiones del país debemos pulir nuestros talentos con ese colectivo de técnicos experimentados que cada año se esfuerzan y hacen una labor digna de reconocer en las categorías inferiores.

Terminó la pelota por esta temporada en el Labra, quizá a varios exponentes locales les toque defender otras camisetas en el segundo tramo. En venideras ediciones traeremos la actuación de los más sobresalientes tanto madero en ristre como desde la colina de los martirios, ahora  analice las estadísticas colectivas y luego, como bien expresa Reinaldo Taladrid, saque usted sus propias conclusiones.

 

(*) Colaborador

 

 

 

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Yuniesky La Rosa Pérez
Yuniesky La Rosa Pérez

Licenciado en Comunicación Social en la universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

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