A Rosario García Calviño –Doña Rosario– le toca criar sola a sus tres varones al fallecersu esposo Francisco País Pesqueira y con devoción inculca en ellos valores, legado ético y el amor a la Patria; los moldea con temple, cuando aún eran unos muchachos.
Había una admiración mutuaentre Josué y el hermano mayor Frank, quien influye en su inclinación a la lucha contra el gobierno del tirano Fulgencio Batista. El benjamín de los País García con 19 añosy su cuerpo imberbe participa en protestas estudiantiles y sabotajes hasta sufrir variasdetenciones y golpizas de los esbirros.
El 30 de junio de 1957el sicario Rolando Masferrer Rojas organiza un mitin en el parque Céspedes de Santiago de Cuba, para restar valor a los éxitos del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra.
Los combatientes clandestinos deciden sabotear la farsa, planean colocar explosivos en sitios próximos al lugar y la salida de comandos que dispararían al aire para disolver a los reunidos, pero el grupo designado para colocar los petardos no pudo cumplir su misión. No obstante, Josué junto a Floro Vistel y Salvador Pascual parten a ejecutar la suya. Entonces, los detecta una patrulla que los persigue; en las calles Martí y Crombet, otra microonda les cierra el paso. Cogidos entre dos fuegos, un disparo hace diana en uno de los neumáticos y el automóvil para.
Floro y Salvador son los primeros en sucumbir dando la batalla, mientras Josué, herido, continúa resistiendo. Sale del auto, se protege tras un muro y sigue defendiéndose a tiros hasta caer abatido. Testigos afirman que estaba con vida al ser capturado.
Sus féretros van cubiertos con banderas del 26 de Julio y los santiagueros corean el Himno Nacional. Antes de partir para el cementerio, Doña Rosario ordena: “Dejen el sarcófago abierto, para que Josué pueda ver a su pueblo que lo sigue”.
En el poema A mi hermano Josué, a mi niño querido, Frank País García lo describe el primero de julio de 1957, como un nervio de hombre en cuerpo joven, con coraje y valor en temple acerado.
A 62 años de derramar su sangre por la Patria Josué, junto a Floro y Salvador, el pueblo cubano los recuerda cada año en el sitio donde cayeron con heroísmo quienes prefirieron morir peleando antes de ser atrapados vivos y constituyen verdadero ejemplo.
