Es la una de la mañana cuando su celular suena y al descolgar, una voz desesperada se oye: -Ernesto, disculpa la hora, es que la niña tiene toda la piel erizada y está temblando sin parar…está fría y no tiene una gota de fiebre.
Es la una de la mañana cuando su celular suena y al descolgar, una voz desesperada se oye: -Ernesto, disculpa la hora, es que la niña tiene toda la piel erizada y está temblando sin parar…está fría y no tiene una gota de fiebre.