Por Iris González (*) Después de un enorme esfuerzo, lleno de sorpresas, aciertos y desaciertos, termina el curso escolar. Para muchos fue un período cargado de alegrías y emociones, mientras para otros, por fortuna la minoría, quizás estuvo matizado por la tristeza ante el hecho de no haber alcanzado los objetivos propuestos.