Uno cree no sorprenderse con los años, pero la vida te pone delante sucesos dignos de exclamar y llevarte las manos a la boca como símbolo de asombro, así me ocurrió en el acto en recordación de los sucesos del Moncada en Isla dela Juventud.
Uno cree no sorprenderse con los años, pero la vida te pone delante sucesos dignos de exclamar y llevarte las manos a la boca como símbolo de asombro, así me ocurrió en el acto en recordación de los sucesos del Moncada en Isla dela Juventud.