– ¡Coge un rifle y vamos…!, exclamó decidido a lo que fuera Héctor Pérez Llorca, de allá de Isla de Pinos, a uno de sus compañeros aquel 5 de septiembre de 1957, cuando sale a combatir en la rebelión de Cienfuegos.
– ¡Coge un rifle y vamos…!, exclamó decidido a lo que fuera Héctor Pérez Llorca, de allá de Isla de Pinos, a uno de sus compañeros aquel 5 de septiembre de 1957, cuando sale a combatir en la rebelión de Cienfuegos.