
Pescadores y obreros de la Empresa Pesquera Industrial de la Isla de la Juventud cumplen con marcado esfuerzo las metas pactadas para la campaña 2020, a pesar de la escasez de algunos recursos y el impacto a la economía generado por la covid-19.
Los trabajadores, específicamente de la Planta de Procesamiento de Pescado, materializaron de manera anticipada el plan anual, mediante el cual lograron aportar unas “204 toneladas de conformados para aprovechar de forma más eficiente la materia prima, como alternativa ante el déficit de captura de pescado”, tal cual precisó Carmelo Claro, administrador de esa área, a Radio Caribe.
Entre las elaboraciones terminadas que entrega esa planta se encuentran el picadillo, la hamburguesa, la croqueta y el pescado entero, muy demandados por los pineros y expendidos en las pescaderías según el flujo productivo y la capacidad de la industria.
Durante los meses de confinamiento en el territorio algunos de estos productos fueron destinados a la venta en bodegas y comunidades apartadas, en tanto otros los designaron a las zonas con restricción de movimiento.

La carencia de pienso para los animales y el comportamiento inestable del clima, determinante para la presencia de las embarcaciones en las zonas de pesca, constituyeron pruebas de rigor a la voluntad del colectivo en el año que culmina.
No obstante, esta entidad está empeñada en “perfeccionar su gestión ante las actuales circunstancias y el fatalismo geográfico, así como ser más ágiles y garantizar ante todo los fondos exportables”, llamado realizado el pasado mes de junio por directivos del Ministerio de la Industria Alimentaria y del Grupo Empresarial del sector.