Bajo condiciones atípicas dio inicio la temporada estival 2020 en la Isla de la Juventud, teniendo como escenarios principales las comunidades.
Artistas locales junto a profesores del Inder, así como el Centro Municipal del Libro brindaron a pequeños y adultos una jornada de sano esparcimiento siguiendo la premisa del tema de este año, Verano por la vida.
Pero si bien payasos, globos y grupos danzarios fueron suficientes para sacar las sonrisas de los infantes en poblados como Micro 70 y el Reparto Industrial, la carencia de ofertas gastronómicas apropiadas para la ocasión no pasó desapercibida entre los padres.
“A mi niña solo pude comprarle un algodón de azúcar porque literalmente no había nada más y encima el espectáculo se desarrolló en la puerta de una bodega en el horario en que se estaba prestando servicio”, dijo Misleydi Piñero, vecina delReparto Industrial.
Aunque resulta loable potenciar el talento local y el sentido comunitario en momentos en los que el cuidado de la salud y el cumplimiento de las medidas higiénico sanitarias continúan siendo una prioridad hubiese sido válido que, en especial para los más pequeños que con tanta disciplina cumplieron el aislamiento, la variedad de ofertas se acercara más a sus intereses.
El verano apenas empieza, queda tiempo para ir mejorando las opciones en pos de que el disfrute sea completo, es lo que merece el pueblo tras unos meses complejos por la COVID-19.
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