Este siete de diciembre, como todos desde 1989, combatientes de varias gestas, familiares de los caídos, trabajadores, estudiantes y representantes de las organizaciones políticas y de masa encabezados por las máximas autoridades locales, rindieron el merecido tributo a quienes ofrendaron su vida por la libertad de otros pueblos hermanos.
Aunque en esta oportunidad la comitiva que marchó en peregrinación hacia el panteón erigido en su memoria estuvo reducida por la situación sanitaria actual ante la Covid-19, el calor y la solidaridad del pueblo pinero para con sus mártires y familiares, estuvieron presentes en cada flor y ofrendas florales depositadas, en las palabras pronunciadas por Maritza Garoz Mogena, secretaria general de la FMC aquí, y en las salvas disparadas.
Los congregados frente al mausoleo donde descansan los restos mortales de nuestros internacionalistas ratificaron la firmeza de los cubanos y la decisión inquebrantable de defender la Revolución Cubana al precio que sea necesario, en momentos en los cuales el enemigo intensifica sus agresiones y recurre a nuevos métodos para destruir la Revolución.
Se homenajeó también al lugarteniente general Antonio Maceo Grajales y su ayudante Francisco “Panchito” Gómez Toro en el 124 aniversario de su caída en combate.
No obstante, el dolor por la ausencia física de los seres queridos agobia los corazones, el orgullo por la contribución a la noble causa como es la independencia de los pueblos africanos, sostiene con vigas de acero como expresó el Comandante en Jefe Fidel, el patriotismo y el internacionalismo, dos de los más hermosos valores que ha sido capaz de crear el hombre y que se unieron para siempre en la historia de Cuba.
La conocida como Operación Tributo comprendió el retorno de los más de dos mil combatientes cubanos muertos en misiones internacionalistas en África y su entierro en esta fecha de 1989 en suelo patrio.
