De acuerdo con Rudskoi, en la zona de 55 kilómetros en torno a la ilegal base norteamericana, en la localidad siria de Et-Tanf, los instructores del Pentágono entrenan a unos dos mil 700 miembros del grupo armado Magavir as-Saura.
Esos nuevos reclutas conforman pequeñas agrupaciones del llamado Ejército de Tribus Árabes, explicó el general ruso.
Rudskoi denunció que informaciones obtenidas por canales seguros ratifican el empleo de helicópteros de la fuerza aérea norteamericana para llevar a los extremistas a zonas de resistencia terrorista, cerca del Río Éufrates.
En la mencionada región, Estados Unidos mantiene un permanente suministro de armamentos a formaciones radicales, destacó.
Además, los saboteadores mejor entrenados son enviados a zonas bajo control del gobierno sirio para crear situaciones de desestabilización, subrayó el alto oficial ruso.
Estados Unidos, con el dinero obtenido por el contrabando de petróleo que roban en Siria, compra armamentos para entregar, tanto a formaciones kurdas como árabes, que luego éstos utilizan unos contra otros, indicó Rudskoi.
Tal práctica solo contribuye a elevar las tensiones en una zona devastada por la guerra, comentó el coronel-general.
Varias estructuras estadounidenses se dedican a organizar la extracción y venta ilegal del hidrocarburo sirio, con lo que prácticamente sustituyeron en ese contrabando al movimiento terrorista Estado Islámico, señaló el militar ruso.
Unos tres mil 500 mercenarios estadounidenses se calcula acompañan a las estructuras privadas involucradas en la extracción y venta ilegal de hidrocarburo en los yacimientos sirios de Kanako, El-Omar y Tanak, denunció el coronel-general ruso.
Por otro lado, los grupos de sabotaje preparados por Washington realizaron unos 300 atentados en junio y julio, con saldo de 225 militares y 65 civiles muertos, así como 240 uniformados y más de 100 civiles heridos, agregó el oficial del Estado Mayor.
Estados Unidos, retiene, además, a unas 75 mil personas en el campo de refugiados de El-Hall, creado por ese país, en condiciones comparables con un campo de concentración, afirmó.
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