Reina de las frutas

La piña es una de las frutas con mayor demanda, tanto fresca como en jugos, helados o rodajas en almíbar.

Es una herbácea perenne, pero no conviene explotar esta condición puesto que las cosechas consecutivas tienden a disminuir el tamaño y la calidad de sus frutos. Alcanza unos 70 centímetros de altura y posee largas hojas carnosas que se arquean hacia afuera, a partir del centro, dispuestas de tal forma que evitan la pérdida de agua.

Su fruto tiene forma abombada y termina en un penacho o corona, de ahí le viene el sobrenombre regio.

Posee minerales como potasio, magnesio, calcio, hierro y sodio, así como vitaminas A, C y ácido fólico. Es rica en bromelina, compuesto adecuado para la circulación del hombre ya que disuelve los coágulos y fluidifica la sangre. Su ingestión es una agradable manera de evitar problemas circulatorios como trombosis, ataques cardíacos, apoplejías y, al mismo tiempo, disminuir la hipertensión arterial. Resulta de mucha ayuda en el proceso nutritivo, pues ayuda al estómago a realizar su función evitando gases, acidez o digestiones lentas. Ejerce una acción purificadora del tubo digestivo y ayuda a eliminar bacterias causantes de putrefacción intestinal.

Se puede plantar durante todo el año si se utilizan suelos bien aireados, de adecuada textura y buen drenaje, con PH entre 4,5 y 6,5; pero tomando en cuenta que no resiste el encharcamiento. La siembra preferible es en hileras dobles, utilizando los hijuelos que brotan en la base del fruto o alrededor del penacho, en la parte superior. Evite que, al plantarlos, caiga tierra en el cogollo de los mismos porque esto puede retardar el crecimiento o provocar su muerte por pudrición.

Tolera largas sequías, pero desde la siembra hasta los dos primeros meses o a inicio de la floración necesita humedad moderada.

Es susceptible a los vientos, cuando son muy secos se incrementa la transpiración y aparece el desecamiento en el extremo de las hojas.

La cosecha se realiza en cualquier época del año, en dependencia de la variedad. Los frutos más ácidos se cortan en los meses fríos, en los de lluvias tienen la tendencia a madurar más rápido.

Un consejo: nunca la coseche antes de tiempo, interrumpe su proceso.

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