Se levantan cada día sabiendo que van al trabajo a atender a la población ávida de encontrar la solución a un conflicto o una esperanza ante un problema. Su labor implica, en parte, responsabilidad y, por otra, sensibilidad humana, aunque este principio no se contemple en toda su dimensión en leyes ni reglamentos.
Así, con más de un siglo y medio cultivando el respeto a las leyes y los derechos ciudadanos, llegan este ocho de junio los juristas cubanos, quienes una vez más manifiestan el orgullo de seguir el ejemplo del patriota Ignacio Agramonte, quien en igual fecha del año 1865 presentó su tesis en opción al título de Licenciado en Derecho, por lo cual luego se instituyó el Día del Trabajador Jurídico.
Ellos, con una larga y honrosa tradición revolucionaria han acompañado a la Revolución en cada uno de sus más importantes procesos como el del Referendo Constitucional, y contribuyen desde esa trinchera a elevar la cultura jurídica de la sociedad y ofrecer varios servicios a la población en defensa del derecho.
Asimismo, ofrecen su aporte en el análisis de la Ley Helms-Burton, fundamentalmente en las incidencias de la aplicación de su Título III, dando sólidos fundamentos acerca de cuán violatorio de los derechos humanos deviene esa legislación, así como su carácter extraterritorial.
Por eso sobran las razones para reconocer durante la jornada por la fecha tanto a juristas como a aquellos trabajadores que les apoyan en sus tareas, realizar acciones de superación, encuentros que profundizan las enseñanzas de Fidel como jurista e iniciativas diversas que los unen como gremio y enriquecen y actualizan en su desempeño.
En el acto municipal celebrado ayer y que tuvo lugar en la sede de la CTC fueron congratulados colectivos y profesionales de ese sector, entre quienes están notarios, fiscales, abogados, jueces, asesores jurídicos, profesores universitarios y especialistas en el tema.
