Si de deseos se trata, este 2022 trajo consigo la esperanza de un año nuevo, sin pandemia, con alegrías y mejoras económicas; la ilusión de dejar atrás esa incertidumbre, tristeza y temor a la vida, el sueño de avanzar en proyectos inconclusos, realización de obras sociales que son muy necesarias, prosperar a nivel de municipio, como país.
Aunque la realidad actual dista mucho de lo anhelado en esta nueva etapa, soñar con un presente mejor nos dará las claves para afrontar la situación y ejecutar otras maneras de hacer, visualizar oportunidades en tiempos tan difíciles y sobre todo, echarle más ganas, reconstruir espacios comunes y salvar así la alegría de vivir en una isla llena de tesoros.
Para los pineros, quienes por tanto tiempo sufrimos doblemente el cierre de fronteras, alejados del abrazo de nuestros seres queridos, sería reconfortante y beneficioso poder disfrutar este año de lugares que hoy se revitalizan y rescatan a pesar de la carencia de recursos y limitaciones económicas nacionales y locales.
En este pequeño terruño, donde las bondades naturales son su mayor atractivo y no son pocos los lugares construidos para la recreación social –y sí muchos de ellos en desuso real–, siendo las áreas infantiles el talón de Aquiles respecto al tema; por ello constituye una certeza del gobierno local apoyar proyectos aún sin terminar como el del Zoológico y el conocido como Los Caballitos.
De igual manera debería ocurrir con los parquecitos infantiles tradicionales existentes en algunas comunidades, donde por lo general resultan ser el único espacio de divertimento de los niños allí, así como diversificar la agenda promocional de los centros culturales e históricos de nuestra Isla de la Juventud.
Y hago énfasis en la recreación social como uno de los propósitos más importantes a enfocarse en este 2022 porque como nunca antes, los individuos necesitamos tanto disfrutar e interactuar con otras personas, en un entorno sano, al aire libre, en beneficio de la salud mental y emocional, y nosotros, los habitantes de esta tierra bañada en mar, precisamos reconstruir esos espacios perdidos.
Prosperar internamente, impulsar el desarrollo de esta isla repleta de tesoros es de los deseos más pedidos en este 2022, donde ojalá podamos vivir con mayores alegrías, una economía estable y sin pandemia, recuerden no dejar de soñar.
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