Este 2020 trae a muchas personas desde varias partes del orbe interesadas en comprender de mejor manera algunas de las procedencias que conformaron la nacionalidad cubana, como la mencionada del mundo árabe.
Viajar a Cuba constituye sobre todo tener referencias culturales, debido a su multiplicidad étnica, religiosa y de procedencias, donde los árabes tuvieron su espacio que hoy se cuenta en La Casa de Los Árabes de La Habana Vieja, museo y centro de información.
Más de 50 mil descendientes de árabes en Cuba conservan en la actualidad elementos culturales muy apreciados por los turistas como recetas de la culinaria traída hace varias décadas.
Un libro del director del Museo de los Árabes, Rigoberto Menéndez, ilustra acerca de detalles interesantes como dos oleadas migratorias hacia Cuba: una morisca en 1593 proveniente de España y la otra en 1870, de emigrantes libaneses.
Los primeros mencionados, llegaron unos entre colonizadores ibéricos y otros como esclavos, muchos burlando disposiciones reales que les limitaban tales viajes.
Ya para el siglo XIX se registran los primeros arribos de libaneses y una población árabe que llegó a alcanzar las 40 mil personas.
De 1900 a 1958 se crearon 25 sociedades que en la actualidad se agrupan la mayoría en la Unión Árabe de Cuba, la cual incluso organiza encuentros con hombres de negocio del Medio Oriente, tiene una sede con un restaurante típico y prepara programas culturales diversos.
El texto Componentes árabes en la cultura cubana fue publicado por la editorial Boloña de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y cuenta con 144 páginas y un anexo con documentos probatorios de investigaciones y fotografías.
Menéndez, licenciado en historia, realizó estudios por nueve años para presentar su volumen, que considera una primera fase de futuros estudios sobre los árabes en Cuba y en particular en La Habana.
A su vez, es director de un museo muy atractivo para los miles de turistas que diariamente caminan por la zona añeja citadina, al costado de un restaurante nombrado Al Medina donde se sirven platos libaneses y sirios como el ‘Kiweh’ (carne de carnero con trigo).
El museo se fundó en 1983 donde hoy se encuentra la casa de comidas y el nuevo local de exposición abrió sus puertas en 1997. Como nota curiosa, en el museo existe una sala de oraciones que la utilizan diplomáticos y estudiantes musulmanes que viven en esta ciudad.
En el libro aparece un índice de los apellidos de origen árabe más frecuentes entre las familias cubanas como Abboud y Marawy.
El museo se encuentra en las populosas calles Oficios entre Obispo y Obrapía, muy cerca de La Plaza de Armas, donde el 16 de noviembre de 1519 se fundó definitivamente la villa San Cristóbal de La Habana.
Por La Habana Vieja pasa el 95 por ciento del viajero que visita la capital.
Poco más de cuatro millones de turistas llegan anualmente a Cuba y por esa zona añeja aparecen restaurantes, tiendas, bares y hoteles y lugares verdaderamente interesantes para visitar.
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