Ingredientes
- 8 muslos de pollo o un pollo entero
- 2 dientes de ajo
- 2 cebollas
- 4 zanahorias
- 1 pimiento rojo
- Tomillo y romero secos
- 2 hojas de laurel
- 1l de cerveza
- 2 cucharas de harina
- Un puñadito de perejil fresco picado
- Aceite
- Sal y pimienta
Preparación
Si utilizamos un pollo entero, despiezamos las pechugas y los muslos. Si no, podemos utiliza unos muslos de pollo.
En una olla alta ponemos un poco de aceite a calentar a fuego fuerte. Cuando esté caliente añadimos el pollo y lo sellamos por todos sus lados hasta que coja color y dejándolo crudo en su interior. Pasado el tiempo, retiramos el pollo y lo reservamos en un plato.
En el mismo aceite donde se selló el pollo, añadimos los dientes de ajo, las cebollas y el pimiento rojo, todos bien picados. Añadimos también las zanahorias pero, en este caso, cortadas en rodajas finas. Salpimentamos y removemos con frecuencia, mientras dejamos cocinar a fuego suave unos 15 minutos.
Pasado el tiempo y con la cebolla ya bien transparente y la zanahoria parcialmente cocinada, añadimos las dos cucharadas de harina, la cual le va a dar después a la salsa del pollo a la cerveza cierto “cuerpo”. Mezclamos todos los ingredientes e integramos la harina con la verdura. Dejamos cocinar 2 minutos más a fuego suave.
Ahora, devolvemos el pollo a la olla. Introducimos también los jugos que haya podido soltar al plato. Añadimos el tomillo y el romero, las hojas de laurel y cubrimos todo con generosa cantidad de cerveza, que va a variar el sabor en dependencia de la que empleemos.
Mezclamos e integramos bien todos los ingredientes con una cuchara y dejamos cocer a fuego suave unos 45-50 minutos, hasta que la salsa reduzca y espese, haya concentración de sabores y el pollo quede totalmente cocinado y tierno. Disfrútelo.