
–¡Felicidades! ¿Qué tal pasaste tus 15? ¿Te sorprendieron?, le pregunto mediante una llamada telefónica y una sonrisa delata no solo la respuesta sino también su alegría por lo vivido.
– Sí, realmente no pensaba pasar mi cumpleaños así sino encerrada en mi casa, tan solo me habían dicho que dejarían acercar hasta la cinta amarilla a mi novio y algunas de mis amiguitas; yo los vería desde el balcón.
Pero el cumpleaños de Fabiana Alejandra Hinojosa Rodríguez fue mucho más allá a pesar de encontrarse desde hace más de diez días aislada por residir en el único edificio ubicado en el reparto Abel Santamaría que en estos momentos está en cuarentena, luego de diagnosticarse seis casos positivos a la covid-19.
Solo bastó que en el puesto de mando del Consejo saliera a relucir ese acontecimiento con el cual todas las niñas sueñan para entre la delegada de la circunscripción número 15 del reparto, Yoanis Mena Zayas, parte de la familia de la adolescente y los mensajeros que se ocupan cada de día de buscarle los avituallamientos a los vecinos; así como otros establecimientos enclavados en la demarcación organizaran la fiesta sorpresa, por supuesto, atemperada a estos tiempos de pandemia.
Más adelante Yoanis, planteó:
Y sí, pude sentir la felicidad y el agradecimiento de Fabiana, quien sin esperarlo tuvo varios cakes este seis de abril, al poder celebrar el arribo a la llamada segunda etapa de la adolescencia o la edad de las ilusiones en medio de esa cinta amarilla, de la cual añoran escapar los moradores debido al encierro, pero saben que en ella les va la vida.
Cuando se corten las cadenas de contagio existentes en la localidad, puede que los padres le organicen su verdadera fiesta, con la que quizá sueña, pero esta, la del barrio, donde ella descendió las escaleras con su vestido rosado y esa prenda que hace un año forma parte de nuestros atuendos: el nasobuco, le quedará por siempre en el recuerdo porque en medio de la cuarentena fue princesa.


