Patio familiar que aporta

Varios son los motivos para llamarlo “patio familiar”, primero porque conozco de cerca su inicio y evolución, y segundo por ser allí donde la familia colecta especias, viandas o verduras para mejorar las comidas en casa.

Arturo, junto a su nieto, muestra los ajíes cosechados en el patio de la casa.

Lo cierto es que en la parcela de unos cinco por diez metros de extensión, Arturo Enamorado Cabrera, vecino del Consejo Popular Micro 70, logró reverdecer durante los meses de cuarentena el ocioso espacio con un poco de dedicación y unas cuantas posturas.

“Antes teníamos pollos, pero al no contar con comida suficiente para crecerlos preferí dedicarme a cultivar, era una idea que hacía tiempo estaba por emprender.

“A inicios de año empecé a plantar, y al poco tiempo ya recogía ajíes y calabazas, las cuales se dieron hermosas, grandes y con buena masa. Hace algunas semanas recogí quimbombó y aún están por parir las matas de guayaba y fruta bomba”.

Pero si bien este pinero, por voluntad propia, se abrió camino a la siembra en su patio trasero, ya la organización de masas más grande del país, los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), venía haciendo lo suyo con el boletín Desde el barrio #CultivaTuPedacito.

Tal publicación aborda temas como la soberanía alimentaria y las ventajas de producir en pequeñas áreas; sin embargo, no se trata de algo novedoso, esa idea se retoma del período especial como singular forma de arribar al aniversario 60 de los CDR, fundados por Fidel el 28 de septiembre de 1960.

Este movimiento convoca a todos los cederistas a producir alimentos como vía para incrementar la disponibilidad de productos agrícolas ante las condiciones económicas actuales provocadas por la covid-19 y el bloqueo del gobierno de Estados Unidos hacia Cuba.

“Encontrar en el mercado o en los carretilleros cilantro, ajo porro y hasta viandas se hace cada vez más difícil. Yo, en cambio, todo esto lo tengo garantizado en mi pedacito de finca, donde poseo, además, naranja agria, chirimoya, mango, limón, cereza y la muy demandada sábila.

“¡Pero de aquí no solo consumimos los de la casa! También mis hermanos, mi hijo y algunos conocidos y vecinos se benefician de estos cultivos. Después de este tiempo me he embullado y ahora quisiera tener un lugar más amplio”.

La atención constante lleva a obtener los mejores resultados.

Cuando la agricultura ha de convertirse en la principal fuente de alimentación de los cubanos, Arturo garantiza la disponibilidad de alimentos desde su cachito de tierra, donde demuestra que a pesar de los escasos recursos, mientras hayan atención y deseos, se pueden obtener buenos rendimientos en complejas circunstancias en que cosechar puede ser más que una buena idea para aprovechar mejor un lugar subutilizado y enseñar a los demás de casa.

Es también una eficaz opción para sacarle más frutos a la tierra y ampliar los alimentos que llevamos a la mesa familiar y suele compartirse con el vecindario.

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Casandra Almira Maqueira
Casandra Almira Maqueira

Licenciada en Estudios Socioculturales en la Universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

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