Nunca olvidaremos aquel sabotaje

Una de las más humillantes derrotas políticas sufridas por Estados Unidos en su condición de potencia imperialista fue el triunfo de la Revolución Cubana del Primero de Enero de 1959.

En adelante, se agudizó el diferendo histórico entre ambas naciones y la Perla de las Antillas resultó blanco incesante de las acciones terroristas de todo género urdidas por el vecino del Norte, que en febrero de 1962, implantó un bloqueo total contra Cuba, para asfixiarla comercial, financiera y económicamente en aras de provocar el derrocamiento del Gobierno revolucionario.

Entre las modalidades del terrorismo de Estado empleó sabotajes, ataques piratas contra naves mercantes y embarcaciones pesqueras, así como atentados a instalaciones y personal cubano en el exterior, incluidas sedes diplomáticas.

También las agresiones biológicas en seres humanos, junto a la instigación a la subversión política e ideológica a través de emisoras de radio y televisión con el fin de que elementos entrenados por la Agencia Central de Inteligencia ejecutaran hechos vandálicos en centros educacionales, de producción y servicios.

Pero el más repugnante y monstruoso acto terrorista cometido en ese período tuvo lugar el seis de octubre de 1976, al estallar en pleno vuelo un avión civil de las líneas aéreas cubanas cuando cumplía el vuelo Barbados-Kingston-La Habana con 73 personas a bordo, entre ellas, 57 cubanos, incluidos los atletas del equipo nacional juvenil de esgrima ganador de todas las medallas de oro del Campeonato Centroamericano y del Caribe de esa disciplina, celebrado en Venezuela; 11 jóvenes guyaneses, la mayoría seleccionados para estudiar Medicina en Cuba, y cinco funcionarios coreanos. Todos, sin excepción, perecieron.

Estados Unidos es el único responsable del luto en los hogares cubanos y su complicidad imperial se demostró al ofrecer impunidad y proteger a quienes persisten en emplear la violencia.

Han transcurrido 45 años del crimen de Barbados, el cual permanece en la memoria de familiares y el pueblo que con su resistencia y unidad rinde tributo a las víctimas del ominoso sabotaje. Al venerarlas y en su recordación el Consejo de Estado declaró oficialmente, en el 2010, instaurar el seis de octubre como el Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado.

Otros artículos del autor:

Historia Isla de la Juventud
Mayra Lamotte Castillo
Mayra Lamotte Castillo

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana; tiene más de 40 años en la profesión.

Colaboradores:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *