Nunca olvidaré ese batazo…

FOTO: Yoandris Delgado Matos

La escuela secundaria básica en el campo (Esbec) 14 de Junio fue inaugurada por el Comandante en Jefe Fidel hace poco más de 50 años, exactamente el 29 de junio de 1971.

Hoy, como un digno homenaje al quinto aniversario de su desaparición física, intercambiamos con un hombre que formó parte de aquellos 243 alumnos provenientes del internado de Pino Alto Forjadores del Futuro y tuvo la dicha de dialogar y jugar tenis de mesa con Fidel.

Su nombre, Arciel Domínguez Sera, quien después tendría la oportunidad de estudiar en tierra alemana Operador de Máquinas Herramientas. Fue uno de los participantes en la inauguración y para conocer de ese momento con Fidel lo visité en su apartamento en el centro histórico de Nueva Gerona.

“A pesar de los años todavía me parece estar viéndolo –relata– junto a Jesús Montané y Arturo Lince, entonces primer secretario del Partido aquí, en aquel terrenito de fútbol donde se dirigió a nosotros para referirse a la presa Vietnam Heroico, por donde primero estuvo”.

–Tiene bastante agua esa presa, pero solo tienen un campeón en kayac, manifestó el líder refiriéndose a Edicto Girbert Morejón, gloria del deporte cubano y Campeón de los Juegos Panamericanos.

Años más tarde, cuenta el propio Arciel, fue trasladado el muchacho a la Esbec Batalla de Palo Seco y allí, en su inauguración, pude ver de nuevo a Fidel.

“Estaba jugando tenis de mesa con otro alumno llamado Luis Leyva
–rememora– y se apareció el Comandante. Nosotros nos apartamos, él cogió una raqueta y preguntó en tono retador: –¿Quién de ustedes sabe jugar?

“Los muchachos enseguida dirigieron su mirada hacia mí, y rápido respondí: ‘Yo’”.

–Pues ven para acá, expresó.

“Comenzamos a jugar y al concluir el partido (11 a 9) me dijo: –Me ganaste porque me hiciste trampa, pero vamos para el básquet.

“Varios minutos se mantuvo en la cancha de baloncesto jugando con los estudiantes.

“Todos lo observamos, se quitó las botas y se quedó en medias, pero al rato se paró y dijo: –Oh, qué va, aquí los muchachos se van a dañar los pies.

“Por último, se dirigió al terreno de pelota. Un alumno de apellido Guara estaba picheando.

“Recuerdo que Guara ponchó a Lince, Montané elevó un fly y Fidel en la cuenta de 3 y 2, se puso los espejuelos y conectó un jonrón que cayó en un toronjal distante. Entonces dijo: –Ya, se acabó el juego y ganamos”.

Confiesa nuestro entrevistado: “Nunca olvidaré ese batazo ni su respuesta entusiasta… Minutos más tarde se reunió con los alumnos, los felicitó por lograr el segundo lugar nacional en la emulación estudiantil y los invitó al desfile por el Primero de Mayo en La Habana.

“Quisiera agregar que nuestra escuela fue la primera que vistió el uniforme azul, precisamente para participar en ese desfile”.

Fidel fue siempre el máximo inspirador del deporte y de los triunfos de Cuba. Nos dejó una huella imborrable como hombre de pueblo al tanto de cada resultado, porque tenía alma de eso, “de deportista”, por ellologró poco a poco convertirnos en gigantes en el campo internacional, gracias a sus ideas de llevar el deporte a cada rincón. Para él, este siempre fue un derecho del pueblo y lo reconoció como actividad rehabilitadora y creadora de valores como la disciplina.

 

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