
Washington, 30 ene (Prensa Latina) Los senadores estadounidenses concluirán hoy la fase de preguntas a las partes en el juicio político del presidente Donald Trump, cuando parece muy cercano el desenlace de este proceso contra el mandatario.
Luego de escuchar durante seis días los argumentos de los congresistas demócratas que se desempeñan como gerentes (fiscales) y los del equipo legal del gobernante, los miembros de la Cámara Alta abrieron ayer una sesión de interrogantes y respuestas que les permitió comenzar a desempeñar un papel más protagónico en el proceso.
En total, los 100 miembros del Senado, quienes constituyen el jurado del juicio, plantearon más de 90 preguntas en un plazo de casi 10 horas, y esa dinámica continuará este jueves.
Trump es el tercer presidente en la historia del país en enfrentar un juicio político, porque la Cámara de Representantes lo acusó en diciembre de abuso de poder y obstrucción al Congreso debido a sus llamados a que Ucrania abriera dos investigaciones que lo habrían favorecido en las elecciones de noviembre próximo.
A partir de los testimonios de testigos y documentos, los demócratas consideran que el mandatario presionó a ese país europeo para que interfiriera en esos comicios, al condicionar la entrega de una ayuda militar, y la celebración de un encuentro con su homólogo Volodymyr Zelensky, a que se lanzaran las pesquisas solicitadas por él.
El presidente, por su parte, asegura continuamente que su conducta fue ‘perfecta’ y niega haber apelado a un quid pro quo en sus tratos con esa nación, entendida esa locución latina como un intercambio de favores.
Durante la sesión de preguntas de ayer, los senadores interrogaron a las partes sobre cuestiones como la definición de obstrucción; el significado del privilegio ejecutivo; la historia de la ayuda militar dirigida a Ucrania; y el papel de Hunter Biden, hijo del exvicepresidente, en el consejo de una compañía de energía de esa nación.
También indagaron acerca de si estaba bien que Trump solicitara a Kiev información perjudicial sobre los Bidens, ante lo cual el equipo legal del gobernante fue más lejos de lo que había ido hasta ahora en su defensa, al afirmar que un presidente no puede ser destituido por exigir favores políticos si cree que su reelección es de interés nacional.
Además, el letrado Patrick Philbin llegó a decir que no constituye una violación de campaña que un país extranjero ofrezca información sobre una persona que se postula para un cargo político, siempre que esa información sea ‘creíble’, un comentario que provocó gran enojo entre los demócratas.
Esta idea de que tomarías información de un gobierno extranjero que busca impactar en una elección para luego usarla como arma solo porque pueda ser creíble, simplemente nunca he escuchado algo así, creo que es absolutamente inaceptable, manifestó al respecto el demócrata Martin Heinrich, miembro del Comité de Inteligencia del Senado.
Su colega Mark Warner, el principal integrante de la fuerza azul en el mismo panel, sostuvo que el argumento de Philbin contradice todo lo que ha dicho ese comité y lo que la comunidad de inteligencia ha trabajado en materia de interferencia electoral.
Más allá de ese tipo de pronunciamientos, quizás lo más relevante de este miércoles fue que los republicanos parecieron inclinar la cancha todavía más a su favor en términos de contar con los 51 votos necesarios para impedir que sean citados nuevos testigos en el juicio.
Recientes revelaciones atribuidas al exasesor de seguridad nacional John Bolton llevaron a algunos legisladores de la fuerza roja a mostrarse interesados en llamar a esa figura a declarar, como han pedido los demócratas desde hace semanas.
Pero The New York Times reportó que, en la tarde de ayer, la formación azul se mostró pesimista sobre la posibilidad de contar con testigos, lo que significa que siguen sin tener el apoyo necesario de al menos cuatro republicanos que se les unan mañana en la votación sobre el tema.
Hemos sabido siempre que sería una lucha cuesta arriba sobre los testigos y documentos porque el presidente Trump y Mitch McConnell (líder de la mayoría republicana) presionaron enormemente a estas personas, expresó el líder de la minoría demócrata, Charles Schumer.
Si, como se espera, este viernes se bloquean los esfuerzos demócratas de llamar a personas de interés, podría darse que en esa misma jornada la fuerza roja impulse la votación para absolver al presidente, un desenlace esperado desde antes del inicio del juicio, cuando varios republicanos, incluido McConnell, adelantaron que no serían jurados imparciales.