Los “panecillos” de la merienda

Siempre he pensado, y he podido comprobar, que las líneas comerciales aéreas, navieras y ferroviarias, se afanan por ofertar un servicio “gastronómico”, por decirlo de alguna manera, variado y con precios asequibles para todos sus clientes.

Al parecer esa máxima se ha perdido en Viajeros, donde Comercio oferta un menú dirigido, sin variedad alguna y a altos precios, que no todos pueden pagar.

Hacía un cálculo, un matrimonio con dos hijos gastarías casi 60 pesos para cubrir sus necesidades alimentarias por espacio de casi doce horas, no solo contando las tres del viaje, sino las que anteceden y preceden el viaje, en trámites de chequeo y llegada a La Habana.

No soy de los que viaja de manera sistemática, pero cuál no sería mi sorpresa sobre el coste de un diminuto pan con jamonada especial a cuatro pesos, de ahí el título de este comentario.

Es bueno añadir que no todos los pasajeros van a veranear, éstos hacen innumerables ahorros, y quizás puedan darse el lujo, sin otra opción de pagar ese precio, pero para otros que van a turnos médicos o por problemas familiares es sumamente exorbitante e incomprensible.

Por estos días se discute mucho sobre la protección al consumidor y valdría la pena que autoridades competentes hagan encuestas para ver el pareces de las personas sobre esta situación de los servicios a bordo en nuestros catamaranes.

Otro hecho que preocupa a no pocos viajeros es la presencia de un solo sabor, kola, que no le hace mucha gracia a los hipertensos.

Soy del criterio de que se podría mejorar la situación, la Isla cuenta con recursos para brindar una oferta variada y de calidad a los pasajeros y los entendidos en la materia y los responsables tomar bien en cuenta las interrogantes de sus clientes, en definitiva , la razón de su trabajo.

Algunos pudieran pensar en el maltrato cuando se veja de palabras o de hechos, sin embargo, no brindar opciones en las ventas, quizás por facilismo al no situar otras mercancías para hacer una elección, puede también interpretarse como una violación de la Resolución 54.

Por lo pronto urge evaluar lo relacionado con los panes, parecidos a los de los bocaditos de las fiestas de cumpleaños, así como el precio de estos, y más cuando no todos pueden darse el lujo de pagar catorce pesos por una merienda.

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Opinión Otras de la Isla de la Juventud
Pedro Blanco Oliva
Pedro Blanco Oliva

Licenciado en Literatura y Español en la universidad Carlos Manuel de Céspedes, Isla de la Juventud. Diplomado en Periodismo con más de 40 años en la profesión

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5 Replies to “Los “panecillos” de la merienda

  1. me parece una pela inutil. años y mas años de caida en picada de estos servicios (junto con otros). en las Kometas la oferta era tan variada (galleticas, confituras, caramelos, refrescos enlatados, etc) que casi todos los niños vomitaban en algun momento de la travesia en solo 2 horas. la solucion de contratarlo con particulares tampoco funcionaria, solo sera pasar el maltrato a otro ente menos receptivo. esta es una mas de las aristas del problema de la ineficiencia y la insuficiencia de los servicios a la poblacion. la “flamante” ley de proteccion al consumidor solo fue eso, un lema, una campaña mas. muchas gracias periodista.

  2. Por qué romperse la cabeza con una solucion bien sencilla? Sometan el servicio gastronómico a licitacion de cuentapropistas de la Isla y problema resuelto. Veran cómo cambia el servicio. Solo basta con implantar un sistema de encuestas de satisfacción del cliente para valorar el servicio…si no cumple se le da la licitacio a otro.

    1. Jaime yo tengo un gran amigo su nombre Jose Aliaga que intento presentar un proyecto decente de cooperativa no agropecuria que se ocuparia de los servicios gastronomicos en las terminales de viajero de batabano y gerona asi como de las enbarcaciones con planos de donde se se construiria el centro de elaboracion con analisis de riesgos economicos cantidad de fueza de trabajo a emplear planificacion de ingresos y un monton de datos economicos,sociales y legales estudiados ,Y QUE PASO NADA NUNCA SE APROBO NINGUNA COOPERATIVA EN ECEPCION DE LA COCINITA QUE AHORA SI ES UN DESASTRE y los servicios gastronomicos de viajero son sensillamente un desastre.

    2. Muy de acuerdo con el lector Jaime. Se acabó el acomodamiento de la gastronomía estatal. Ellos se creen que son los únicos, si en definitiva, los cuentapropistas son cubanos y pagan sus impuestos. ¿Cuál es el miedo?

  3. Concuerdo que “respeto al consumidor” es una asignatura muy difícil para nuestro entorno, ni las Matemáticas, ni aún la Física comparables a ella. Aquella frase histórica “La calidad es el respeto al pueblo” se refería entonces a lo mismo. Hoy no es solo la alimentación lo que afecta al usuario. La climatización del local, la televisión a veces rota, a veces no se conecta o sin antena, son aspectos que dejan mucho que desear. Recordar que cuando se modificaron los precios todo era maravilla, por eso se entendió. Creo que para no ver que es necesario ir sustituyendo los equipos rotos paulatinamente no hace falta ser gerente. El respeto al consumidor. Yo diría: la cultura de la atención al cliente pasa por valores como la responsabilidad, la laboriosidad, sentido de pertenencia que son opuestos a aquella frase de Ruperto de “la búsqueda” Se atiende “bien” en aquel lugar donde se recibe algo más o se espera algo más por cumplir con su deber. Una causa del problema puede ser la falta de un peridismo más crítico radial, escrito, televisivo, mediático, participativo que promueva tranformaciones positivas en nuestra sociedad socialista.

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