¡Llegó el café!

Como nunca antes mis vecinos tocaron a la puerta de mi apartamento, por suerte, no era para ninguna emergencia, más bien para darme la noticia que cientos de pineros durante el transcurso de esta semana esperaban: ¡Llegó el café!

De inmediato se corrió la voz y no pocos dejaron los quehaceres para coger libreta y jaba en mano con vista a no dilatar ni por un segundo más la compra del anhelado aromático polvo, cuya ausencia hasta entonces de los establecimientos comerciales provocó dolores de cabeza a los más adictos.

Directivos de la Empresa de Comercio y Gastronomía habían informado al Victoria, al cierre de la edición impresa, que ya el café se encontraba en el puerto de Nueva Gerona, por lo que en el transcurso del viernes comenzaba la descarga y distribución; con anterioridad también Orlando Pupo, vicepresidente del Consejo de la Administración, confirmaba la garantía de los aseguramientos para que así fuera.

Lo que jamás imaginábamos era la rápida respuesta gubernamental, pues ya el mismo día, como a las cinco de la tarde, se encontraba el producto en algunas unidades del Comercio, pero no solo eso sino que los consumidores podían comprarlo; todavía este sábado continúa la distribución, sobre todo, en repartos y comunidades distantes de la ciudad hasta completar los cerca de 80 centros.

Resulta válido recordar que los atrasos en cuento a la entrega del gustado polvo negro este mes –no habitual en la Isla de la Juventud– responde a problemas presentados en la industria nacional, sobre todo, con la envoltura, según explicábamos en un anterior trabajo.

Pero, para beneplácito de los pineros, se dispone en los almacenes el suministro correspondiente hasta el mes de diciembre; ello significa que, por el momento, muchos no tendrán más jaquecas debido a su ausencia, sí esa vitalidad y renovadas energías que proporciona un buen café mañanero.

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