Lisett y sus recuerdos de “Fofi”

Foto: Diego Rodríguez Molina

“Estudiamos juntos en la Escuela Pedagógica Rubén Martínez Villena de Maestros Primarios en La Demajagua, hoy Facultad de Ciencias Pedagógicas. Entramos con el noveno grado vencido, usábamos uniforme verde y juntos transitamos hasta el segundo año de la carrera…, él siguió adelante, amaba enseñar, tenía una vocación definida.

“Aunque cariñosamente le decíamos “Fofi”, su nombre completo era Rodolfo Codorniu Zaldívar y agradaba por su carisma, ocurrencias y originalidad. Le encantaba dibujar y con rapidez asombrosa pintaba un gatico de espalda por donde pasaba; si iba a la pizarra al terminar el ejercicio aparecía el trazo, si estudiábamos juntos descubrías su huella en la libreta, el libro, un pañuelo o pedazo de papel como si dijera sin palabras jamás me olviden.

“Sus padres, Tarsila y Rodolfo, lo educaron bien. Ahora mismo me parece tenerlo delante con su porte atlético –practicaba el yudo y llegó a ganar medallas–, su cortesía al llevar los platos en el comedor o  darnos las manos al bajar las escaleras (…) Tocaba la guitarra, bailaba todo lo que le pusieran, le gustaba escuchar música y cantaba lindo.

“Se encontraba realizando las prácticas pre-profesionales cuando lo llamaron al Servicio Militar Activo, luego dio el paso al frente y partió hacia Angola a cumplir misión internacionalista.

Fofi” falleció el 15 de julio de 1985 y yo lo supe por el profesor de Dibujo Técnico quien me mostró la última carta que Codorniu le mandó. Eso ocurrió a mi regreso de Alemania –a finales de julio de ese año– adonde acudí por un convenio de cooperación estudio trabajo en la rama de la cerámica. Me partió el corazón conocer la pérdida del entrañable amigo.

“Es cierto que el dolor está, pero siento el sano orgullo de haber sido compañera de estudios de un ser humano con tantos valores que fue capaz de derramar su sangre para ayudar a otro pueblo a ser libre”.

Como Rodolfo fueron miles los cubanos que ofrendaron sus vidas en varias naciones del mundo para contribuir a llevar la luz de la libertad y al cabo de 30 años de la Operación Tributo reciben un digno homenaje de sus familiares y el pueblo, que no olvida jamás a los caídos en las solidarias batallas de Cuba en naciones hermanas.

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Mayra Lamotte Castillo
Mayra Lamotte Castillo

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana; tiene más de 40 años en la profesión.

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