El Sector Militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en la Isla de la Juventud, baluarte de la defensa del territorio, también se suma a la dura batalla para evitar la propagación de la COVID-19. Para ello, y a tono con la dinámica del país, han adoptado medidas higiénico sanitarias manteniendo inalterables la preparación del personal y la disposición combativa de las tropas.
El teniente coronel Luis Manuel Martínez Ramírez, jefe de Trabajo Político del Sector Militar, destaca que oficiales, sargentos, soldados y trabajadores civiles acatan las disposiciones de las máximas autoridades, del Minfar y del Ejército Occidental.
En ese sentido se cumplen las acciones programadas a partir de la capacitación del personal. A diario se realiza la pesquisa activa tanto al personal que ingresa a la unidad como al que permanece allí, en busca de sintomatología respiratoria y fiebre a través de la termometría.
Aplican la desinfección de las personas y medios de transporte cuando arriban a la unidad, a la entrada de los comedores y mantienen la distancia establecida en las formaciones, los dormitorios y en el club de sargentos y soldados.
A la par continúan el autoconsumo, incrementan la masa animal por tipo de crianza en el módulo pecuario y con el ganado porcino, avícola, cunícula y ovino caprino; en la parte agrícola rescatan áreas para producir yuca y habichuela, y en el organopónico cultivan plantas como condimentos para mejorar la alimentación.
Martínez Ramírez aprovechó la ocasión para enviar un mensaje de tranquilidad a los familiares de quienes están aislados en la unidad. “Contamos con la atención médica, alimentación y demás recursos para la salvaguarda del personal”, afirma y enfatiza: “La respuesta ha sido la esperada, todos asumen con responsabilidad permanecer en la unidad como una de las principales medidas”.