La tángana, conciencia de pueblo

Foto: Internet

El revuelo de estos días ha generado sentimientos encontrados en la población cubana. Están los preocupados, los molestos, los que simpatizan abierta –y solapadamente también– con los intentos de mancillar la valía de este proceso revolucionario. Hay, además, uno grande, compuesto por rostros de muchas generaciones, un grupo dispuesto a respaldar su compromiso con la Patria y sus dirigentes en cualquier rincón del país.

Bien claro quedó ese mensaje con La Tángana del parque Trillo en la capital. No pocos dijeron por redes sociales que iniciativa y espontaneidad nunca estuvieron de la mano con este acto, mientras los hechos demostraron que sí.

Se organizó, por supuesto, y varias fueron las instituciones que decidieron sumarse, pero ello no disminuyó en lo absoluto el deseo, el fervor juvenil de saberse en defensa de las conquistas de esta Revolución.

Esa Tángana fue la primera pieza en la generación de un efecto dominó. No tardaron en sucederle en varias provincias y municipios. Por ello nuestra Isla tampoco se quedó atrás.

El llamado no respondió a un comité de base o a una convocatoria cederista. Nació de la conciencia del pueblo, de la necesidad de alzar la voz, los brazos y la bandera como símbolos de libertad. Nació, sobre todo, del sentido de pertenencia a una Cuba construida, como soñaba José Martí, con todos y para el bien de todos.

Son tiempos complejos, nadie lo dude, de manera constante se ponen a prueba la paciencia y las ganas de seguir.

Ante el arrecio del bloqueo a unos cuantos se les hace agua la boca cuando le muestran un par de billetes verdes a cambio de actos vandálicos. Otros deciden unir sus inquietudes y quejas a narrativas bien pensadas para desacreditar nuestro sistema.

Vamos a dejar algo claro para quienes se equivocan; los cubanos no vamos a entregar el país a merced de unos pocos que creen hablar en nombre de 11 millones. No lo digo yo, así lo muestran los hechos.

Como dice la canción del trovador Tony Ávila, “hay cambios que mi casa necesita”, y el diálogo con el pueblo puede ayudar a construir una Cuba mejor, pero nunca a base de rendirse ante burdos chantajes o shows mediáticos con cabezas pensantes escondidas a muchas millas de aquí.

No estamos exentos de preocupaciones y carencias, pero tampoco de ímpetu para defender a capa y espada nuestros logros, nuestra historia, nuestra nación y los sueños compartidos.

Pensar como país es hoy, más que siempre, no dejarse provocar ante los teatros desestabilizadores que una ínfima minoría se empeña en montar. Es, además, tener la convicción de que la Cuba nuestra seguirá velando por el bienestar de su pueblo porque es esa su razón de ser.

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Isla de la Juventud Opinión
Yenisé Pérez Ramírez
Yenisé Pérez Ramírez

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana

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One Reply to “La tángana, conciencia de pueblo

  1. Este pueblo no permitirá las atrosidades que se vivía en Cuba antes del triunfo de la Revolución, defenderemos a nuestro pueblo y nuestro sistema socialista al precio que sea necesario, estos mercenarios quieren destrucción y muertes, pero no se lo vámos a permitir.

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