La solidaridad pudo más que el tornado

Foto: Tomada de Internet

Darién Carballo Cánova ya está acostumbrado a verse reflejado en las páginas de nuestro semanario destacando el rol de la Feu como presidente de esta organización en la Filial de Ciencias Médicas; sin embargo, hoy es otro asunto el que lo trae aquí.

Como parte de la delegación que participaba en el consejo nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios en la capital, fue testigo directo del histórico tornado que azotó a La Habana el pasado día 27 y por ende, uno de los primeros pineros en ser partícipe del proceso de recuperación.

“En Cojimar, donde nos estábamos quedando, se sentía como una gran tormenta, con mucho ruido y a la mañana siguiente nos enteramos de todo lo acontecido. Ese primer día no pudimos estar porque teníamos la tradicional Marcha de las Antorchas, una manera certera de refrendar la continuidad de nuestro proceso revolucionario, pero en cuanto las últimas llamas se extinguieron fuimos a dar nuestro apoyo en las zonas afectadas.

“Nos orientaron cooperar con las labores de recogida de escombros dentro de las viviendas en el Municipio de Diez de Octubre y fue algo realmente impactante porque desde las guaguas en que nos movíamos solo se apreciaban árboles caídos, pero a medida que fuimos caminando y adentrándonos en los barrios nos dimos cuenta de la magnitud de la destrucción.

“A mis 23 años solo había visto un paisaje tan desolador tras el paso del ciclón Gustav por aquí en 2008, las escenas trágicas que vimos a nuestro paso nos hicieron valorar más la ayuda que estábamos prestando porque el pueblo lo agradecía de la manera más sincera.

“Dicen que los pineros se encuentran donde quiera que estén y ha de ser verdad porque allí conocí a algunos que residían en esa área y ayudarlos me resultó muy gratificante, las personas vieron a nuestro contingente de jóvenes llegar a apoyarlos y sabían que ese era el  sentir de toda Cuba.

“Creo que una de las experiencias que más me marcó fue comprobar  la fortaleza del pueblo porque no solo se enfrentó al tornado, sino también a las personas que aprovecharon este margen para crear  situaciones subversivas.  Un ejemplo fue que hasta una de las casas en las que estaba ayudando se acercó un miembro de la contrarrevolución y pidió números de teléfono y carnés de identidad a la familia para darles una ayuda financiada por Estados Unidos y la respuesta firme fue que no necesitaban ese dinero, porque tenían confianza en que la Revolución nos los dejaría desamparados y un ejemplo de ello éramos los jóvenes que estábamos allí apoyando de manera desinteresada.

“En los momentos duros creo que es cuando de verdad se aprecia la unidad de nuestro país y la respuesta inmediata que se dio ante este fenómeno no es más que una muestra del amor de los cubanos por su patria y su sentido de la solidaridad. Volcarse de lleno en las diferentes tareas necesarias para poner a salvaguarda las vidas de quienes fueron afectados nos hermana más, por eso desde aquí también preparamos nuestra valija con donativos y tenemos una brigada de estudiantes de Medicina listos para apoyar siempre que sea necesario”.

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Isla de la Juventud
Yenisé Pérez Ramírez
Yenisé Pérez Ramírez

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana

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