La sangre, un fraterno lazo entre cubanos

En medio de la pandemia de la covid 19 no se han paralizado en Cuba servicios médicos como la actividad quirúrgica o los trasplantes, sin embargo, es una realidad que por diversas causas los volúmenes de donaciones de sangre han disminuido de forma significativa.

De ahí que autoridades sanitarias insistan en la importancia de reavivar el dinamismo de uno de los programas tradicionalmente más estables del sistema de salud cubano.

Y es que no se trata solo de la sangre, por ser vital en el tratamiento de pacientes oncológicos y la realización de cirugías de urgencia y electivas, sino de todos los hemoderivados que de ella se obtienen, algunos con muy buenos resultados en el enfrentamiento a la covid.

De acuerdo con la jefa del Programa Nacional de Sangre del Ministerio de Salud Pública, Delia Porto, en estos momentos se está potenciando la colaboración de las personas convalecientes a la enfermedad.

“Con el plasma de los pacientes recuperados que va a la industria se desarrolla un medicamento hemoderivado, la gamma antiSARS-CoV-2, con una elevada concentración de anticuerpos.

“Esta gammaglobulina –que ya tuvo su primera producción en los laboratorios de BioCubaFarma– es administrada con buenos resultados a personas infectadas cuya evolución no es favorable y se identifican con inicio de gravedad”, aseguró la especialista.

Por ello en los 16 bancos de sangre existentes en el país, así como los 161 centros de extracción habilitados, se trabaja de conjunto con organizaciones políticas y de masa como los CDR y la UJC para impulsar estrategias que garanticen la sistematicidad de esta tarea.

No olvidemos que por cada donación se salva la vida de tres a cuatro personas, y es que no solo los eritrocitos o glóbulos rojos
–como comúnmente se conocen– son de utilidad, sino que además se obtiene el concentrado de plaquetas y el de crioprecipitado, empleado en consultas y diversos tratamientos.

Un punto importante es que hoy, según las últimas investigaciones, no es necesario esperar un período de tiempo determinado para donar tras concluir el proceso de inmunización.

“Toda persona de 19 a 65 años que haya completado su esquema de vacunación con Abdala o Soberana 02 puede acudir a donar sin problemas –aun si presenta patologías como hipertensión o diabetes, siempre y cuando estén controlados–; de igual manera ocurre con los pacientes recuperados que ya estén de alta epidemiológica”, explicó Delia Porto.

Entonces, pineros, hagamos de esta, nuestra misión. En los tiempos que corren el combate por la vida se libra de disímiles formas y la favorable situación epidemiológica que presenta la Isla en la actualidad nos sitúa en escenario privilegiado para solventar la necesidad de este vital líquido para el uso territorial y el apoyo a las provincias más afectadas.

Ahora, más que siempre, en cada gota de sangre donada va implícita la solidaridad y el fraterno lazo que une a los cubanos.

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Yenisé Pérez Ramírez
Yenisé Pérez Ramírez

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana

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