La “plaza” de Isabela

Iván –su abuelo– ayuda a Isabela a colocar los carteles . Foto: Casandra Almira Maqueira

Isabela Elviro Martínez no es diseñadora gráfica, ni pintora, ni artista plástica, tan solo es una niña de ocho años que ha tomado la iniciativa de adornar su casa de forma alegórica por la celebración del Día Internacional de los Trabajadores.

“Mi tía Mileydis, de La Fe, me dio la idea –cuenta con voz suave Isabela– por una vecina que lo había hecho en frente de su casa. Yo tomé una acuarela, unos pinceles y la caja donde guardaba algunos juguetes, la cual recorté en rectángulos y comencé a dibujar.

Cuenta esta pequeña de campo que su tía Mileydis le dio la idea de hacer los carteles. Foto: Casandra Almira Maqueira

“Utilicé primero los colores de la bandera –rojo y azul– para los carteles del 1ro de Mayo y después otros para hacer los de Quédate en casa y Cuba salva. Cuando terminé, mi abuelo Iván me ayudó a ponerlos en la cerca, bien fuerte para que al aire no se los llevara”.

–¡Y cuánta fue la alegría de Iván!–

“Me encontraba haciendo un recorrido a los animales, como suelo hacer en las mañanas, al regresar y verla me sorprendí mucho, sentí gran orgullo y motivación. Fue muy lindo lo que hizo a su corta edad, más con el interés que le puso”, comentó quien es su abuelo materno.

Pero no solo su actitud sorprende, ella vive en el poblado de La Tumbita, desde allá cada día toma una guagua que la trae hasta la escuela primaria Josué País García, donde cursa el tercer grado.

“Ahora que no vamos a la escuela veo siempre a las dos de la tarde las ‘teleclases’ de Lengua Española, el martes, y de Matemática, el miércoles”, dice también Isa…, quien las ve con el apoyo de su mamá Yazmín y su abuela Reina Rosa para estar al día cuando reinicie el curso escolar.

Mucho le queda aún a esta pequeña para incursionar en la vida laboral, apenas tiene idea de qué es el Código del Trabajo; sin embargo, sí conoce del esfuerzo de los trabajadores, de los obreros del pueblo y, sobre todo ahora, del enorme sacrificio del ejército de batas blancas en el enfrentamiento a la Covid-19.

No deja tampoco de recalcar que “este año desfilamos en las casas, poniendo banderas y cantando himnos y marchas”. Es un 1ro. de Mayo muy diferente, pero en el cual el júbilo se multiplica, mientras se conserva lo más sagrado, la vida.

Isabela da colores y pinta por Cuba, por su solidaridad y humanismo. Foto: Casandra Almira Maqueira

Por eso Isabela se quedó en casa, desde su hogar acompaña a cada pinero y pinera en esta fecha que –con un sinfín de iniciativas– no dejamos pasar inadvertida. Allí es más útil y permanece a salvo. Allí está su plaza.

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Casandra Almira Maqueira
Casandra Almira Maqueira

Licenciada en Estudios Socioculturales en la Universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

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