La nueva normalidad no admite negligencia

En los diversos criterios de los pineros sobre la recuperación postCoVid-19 prevalecen la satisfacción, una mayor percepción del riesgo y la responsabilidad 

Dos meses sin casos positivos y la recién iniciada segunda fase de la nueva normalidad impuesta por la COVID-19 comienzan a hacerse notar en el ánimo y la cotidianidad de los pineros.

Aunque para algunos la percepción del riesgo adquirida fue solo circunstancial, para otros todo cuidado continúa siendo poco, así nos lo confirmaron las opiniones de ciudadanos, reflexiones que el Victoria comparte con sus lectores.

Ernesto Guerrero

Para Ernesto Guerrero, operador de la estación de bombeo de Nueva Gerona, no se trata de confiarse, pero sí de estar más tranquilos.

“Hemos visto de primera mano –afirma– el trabajo sistemático de los distintos factores en el enfrentamiento a esta enfermedad y si bien los casos en el país fueron más de 2 000, también hay que reconocer que la cantidad de recuperados supera con creces el número de fallecidos y las acciones acometidas han sido oportunas. El Sistema de Salud cubano ha demostrado estar bien preparado para enfrentar cualquier situación”.

 

Bertha Batista

NO PUEDE HABER DESCUIDO

Sin embargo a Bertha Batista, cocinera de la UEB Forestal, la preocupación no se le quita.

“Yo me cuido, mi familia se protege, pero no todos lo hacen. Ya desde la primera fase algunos usaban el nasobuco como collar, así que ahora uno no puede descuidarse porque en cualquier lugar tiene el riesgo. Además, hay que seguir haciendo grandes colas para los productos alimenticios y de aseo, esas aglomeraciones pueden ser fatales porque hoy en el Municipio no hay confirmados, pero cuando reinicie la transportación hacia otras provincias estaríamos vulnerables aunque se adopten medidas”.

Idalmis Jiménez

Por su parte Idalmis Jiménez, recepcionista de la escuela Omar Ramírez, asegura que hasta que no haya una vacuna al alcance de todos, nadie estará seguro.

“Aquí en la Isla –insiste– llevamos dos meses sin casos y eso es una alegría, pero en el resto de los países son más de diez millones de enfermos, la pandemia se propaga rápido y existe la posibilidad de rebrotes como ya lo han dicho los científicos, por lo cual nada sustituye la responsabilidad individual en la prevención, tan importante como la vacuna”.

Rodobaldo Rodríguez

NORMALIDAD DISTINTA

“Me parece muy bien que la vuelta a la normalidad −ya no tan normal porque está sujeta a normativas−, sea escalonada. Esa es la única manera de garantizar que no se revierta la situación y como mismo se entró en la segunda fase de la recuperación, pronto el Municipio estará en la tercera, siempre manteniendo la responsabilidad y disciplina que hasta el momento nos han garantizado salir airosos”, señaló el trabajador de la Empresa Eléctrica Rodobaldo Rodríguez.

Yelena Corrales

La estudiante universitaria Yelena Corrales confiesa que a ella la precaución le queda como una gran lección de vida.

“Ahora aquí estamos libres de la enfermedad y qué bueno, pero por ejemplo, cuando llegue septiembre, yo vuelvo para La Habana a continuar mis estudios, así que me tengo que cuidar porque allá siguen saliendo casos y no puedo poner en peligro a mi familia ni a mis amistades cuando venga de pase”.

Por eso enfatiza la muchacha convencida: “El uso de hipoclorito para las superficies y manos, igual que el nasobuco en las aglomeraciones pueden resultar incómodos, pero son por nuestro bien y deben mantenerse”.

Miguel Sánchez

El trabajador por cuenta propia Miguel Sánchez asegura que la cultura de la higiene lograda para contrarrestar la COVID es una experiencia válida para todos los tiempos.

Luis Velázquez

LA EFECTIVIDAD DEL DISTANCIAMIENTO

“Preocupado no estoy porque fue una situación nueva y se controló, así que en caso de repetirse ya las estrategias de trabajo tienen una guía, pero sí es cierto que ese distanciamiento social es efectivo hasta para los catarros. Hemos aprendido a ser más cuidadosos con nuestra salud en el entorno que nos rodea y eso vale con coronavirus y sin él”.

En resumidas cuentas el paso de los días y la flexibilización de las medidas no deben ser sinónimo de negligencia. La máxima dirección del país oportunamente trazó las directrices sobre qué corresponde a cada etapa y con ello hay que cumplir. La responsabilidad individual y colectiva es primordial durante el cierre de un complejo episodio y la vuelta a las rutinas diarias.

Evitar por cualquier medio que la COVID-19 se convierta en una endemia es la meta de nuestras autoridades y para lograrlo el esfuerzo de todos es imprescindible.

“La legión de hombres de ciencia y de pensamiento, que desde el paraninfo de la Academia pronosticó nuestro Comandante, hoy se ha unido con un objetivo común: encontrar una solución a esta pandemia y devolver la paz no solo para Cuba, sino para todo el planeta”.

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