La lealtad de un hijo de Nueva Gerona

Venancio Rives. Foto: Archivo

Con 18 años, Venacio Rives Ortega, logra entrar en la Marina de Guerra, en el cañonero Matanzas. Luego, en el Castillo La Chorrera, se desempeña en el cargo de radiotelegrafista, alcanza en este cuerpo del Ejército el grado de Sargento de Tercera de Señales, mientras labora como telegrafista en el puerto naval y aeropuerto de Nueva Gerona.

Desde ese cargo cumple las misiones encomendadas por el Movimiento Revolucionario 26 de Julio, hasta que el primero de septiembre de 1956 el Jefe del Puerto de la capital pinera lo delata por introducir en la Isla bonos del M-26-7 e identificarse con los líderes revolucionarios Juan Manuel Márquez Rodríguez y Andrés González Lines.

No se conforman con expulsarlo del trabajo. Los esbirros de Fulgencio Batista lo encarcelan en el Castillo de la Punta, luego es trasladado a La Chorrera, donde el coronel Julio Laurent lo interroga, tortura y cuelga por sus partes, pero no traiciona a sus compañeros ni encuentran en su casa ningún documento comprometedor.

Los golpes y las torturas agravan su salud hasta que desahuciado lo envían a su hogar. Allí muere el 22 de noviembre de 1957, en Nueva Gerona, donde había nacido el 18 de mayo de 1914 en el seno de la humilde familia de Leandro Rives Torres y Bruna Ortega Vázquez.

Con corta edad descuella por sus ideas revolucionarias, viste guayabera, suele tocar el laúd y cantar décimas de su inspiración.

A los 11 años actúa en la obra Isla de Pinos Cubana cuando su grupo de teatro la presenta en La Habana, en respaldo a la campaña por la ratificación del Tratado Hay-Quesada, que reconoce la soberanía de Cuba sobre la entonces Isla de Pinos, por eso él fue uno de los que también salieron a las calles llenos de júbilo a celebrar la victoria que representó ese hecho el 13 de marzo de 1925.

A 63 años de su deceso, los pineros lo recuerdan como uno de los mártires de la Patria en la ciudad que este diciembre festeja su aniversario 190, también como el vivo ejemplo a seguir por su lealtad a la Revolución que defendió en vida y sigue honrando después de muerto.

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Mayra Lamotte Castillo
Mayra Lamotte Castillo

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana; tiene más de 40 años en la profesión.

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